La FIDE se expone a la quiebra para salvar su Mundial

La perspectiva de afrontar una demanda judicial dé Anatoli Kárpov y Jan Timman ha obligado a la Federación Intemacional de Ajedrez (FIDE) a garantizarles 91 millones. de pesetas en premios, el mínimo para el Campeonato del Mundo oficial que disputan con ventaja del ruso (7-5). El duelo quedó paralizado al descubrirse que los 364 millones anunciados no existían. Sin patrocinador, la FIDE puede quebrar. En un escueto comunicado, la FIDE aseguró el domingo que el encuentro se reanudará el día 16. La sede se designará mañana entre las cuatro ofertas recibidas, que no se detallan. Todo indica que Campomanes tiene cubiertos los gastos de organización de las 12 partidas que faltan en Belfort (Francia), Moscú, Budapest y Kuala Lumpur (Malaisia), así como en otras ciudades asiáticas, pero no cuenta todavía con ningún patrocinador garantizado para los premios.

Ante ese panorama, el filipino ha decidido recurrir a una parte considerable del presupuesto de la FIDE para 1994 con el fin de evitar la cancelación del Mundial y el consiguiente escándalo. Esa decisión implica el riesgo de bancarrota, según confirmaron varios de sus directivos -el principal ingreso de la FIDE es el 10% de los premios en la lucha por el título, ahora prácticamente descartado- El año próximo no hay Campeonato del Mundo para alimentar el haber. Por el contrario, el debe se verá incrementado por los gastos de las elecciones a la presidencia y del ciclo de candidatos al Mundial de 1995.

El origen de la crisis está en la rebelión del ruso Gari Kaspárov, el campeón, y el británico Nigel Short, vencedor del Torneo de Candidatos. Ambos decidieron en marzo que la FIDE era incapaz de gestionar el ajedrez de élite para introducirlo en los grandes circuitos del deporte.