Los ladrillos de Barbadillo
Los Porretas, el grupo de Hortaleza, actúa hoy en Canciller II porque Canciller I fue emparedada hace casi un mes. El 6 de septiembre, los operarios municipales levantaron un muro de ladrillos en la puerta de este especializado en rock duro.Jorge Barbadillo, concejal de Ciudad Lineal, ordenó un precinto "con elementos sólidos" al considerar el local inseguro. Los dueños afirman que el único problema son unos grifos de cerveza y una plancha de hamburguesas que tienen de más. Los vecinos de la zona señalan a un párroco como el instigador.
"La época del muro pasó a la historia", se quejaba ayer Antonio Rodríguez, propietario de la sala Canciller. Este empresario niega que su local sea inseguro aunque reconoce que le fue denegado el permiso para instalar unos grifos de cerveza, una plancha de hamburguesas y algún juego recreativo. "Pero esto no afecta a la seguridad".
Según Barbadillo, fue esa solicitud de ampliación de elementos lo que originó una inspección del local en la que se encontraron "graves deficiencias que afectan a la seguridad del público".
Para algunos vecinos existe otro responsable: el párroco de la iglesia Virgen del Coro, que estuvo recolectando firmas para conseguir que cerraran ese local de una vez. "Recogió 2.000 o 3.000 firmas, y rápidamente llegó la clausura", dicen. Realmente, la mañana que tapiaron la sala Canciller, los vecinos lo celebraron.
