La lluvia aguó la actuación de Loquillo en Las Rozas
Las primeras lluvias del otoño, caídas ayer, obligaron a suspender el concierto de Loquillo programado en las fiestas de Las Rozas(36.000 habitantes). Los organizadores no dieron ninguna oportunidad a que el tiempo mejorara, ya que suspendieron la actuación a las siete de la tarde, tres horas antes de la hora de comienzo. El importe de las entradas (1.200 pesetas) se devolverá el viernes en las oficinas de la Caja de Madrid.
Sin embargo, la lluvia no desanimó a las más de mil personas que acudieron al mediodía a probar una paella gigante que se cocinó al aire libre la peña Club 70, la más antigua de la localidad. Así comenzaron las fiestas de San Miguel Arcángel.
La cola para probar el arroz llegó a ser de 120 metros. Para dar ánimos mientras jarreaba, la charanga Los Manolos, de Móstoles, no dejó de hacer sonar sus instrumentos. Uno de sus componentes, Manolo Moreno Puente, apuntó que su labor era "animar a la gente y estar en contacto con el pueblo para que vivan la fiesta".
Uno de los miembros más veteranos de la comisión de Festejos, Blas Siguero Benito, recuerda los cambios que se han producido desde 1979. "Entonces, los presupuestos eran de dos millones de pesetas y hoy alcanzan los 40", comentó.
Mañana, a las 22.00, actuarán en la plaza mayor "gratis" el trío Los Panchos. Para llegar a Las Rozas, en el kilómetro 12 de la N-VI, se puede coger el autobús en Moncloa, o el tren de Cercanías, línea C-8.
Uno de los juegos tradicionales que se mantiene en estos festejos es el tradicional chito. También, el pobre de mí y el toro del aguardiente, que se celebran el próximo domingo a las seis de la mañana y a las ocho de la tarde, respectivamente.
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