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El gasto en desempleo arroja en Alemania un 'agujero' de 720.000 millones de pesetas

La Oficina Federal de Empleo alemana reconoció ayer un nuevo déficit en sus arcas a causa del paro creciente, al tiempo que los empresarios jóvenes del país no dudaban en calificar de catastrófico el mercado laboral. A este coro de lamentos se unían las Cámaras de Comercio e Industria, que disentían del optimismo mostrado recientemente por el ministro de Economía, Gunther Rexrodt.Un portavoz de la Oficina de empleo confirmó un descubierto de 9.000 millones de marcos (720.000 millones de pesetas) que deberá ser financiado con cargo al presupuesto del Estado. Esta nueva carga se suma a los 18.000 millones de marcos (1,4 billones de pesetas) recogidos previamente en un anexo del presupuesto para esa misma oficina, lo que elevaría a unos 77.000 millones de marcos el déficit presupuestario para el presente año, casi el doble de lo inicialmente previsto.

Portavoces de la Oficina habían informado el pasado lunes de que no sólo aumenta la cifra de parados sino que son también cada vez más numerosos los trabajadores mejor pagados los que pierden sus empleos, por lo que subirá el importe global de los subsidios de paro.

La Asociación de Jóvenes Empresarios de Alemania prevé que el mercado laboral seguirá siendo "catastrófico" también en 1994, año en que auguran al menos 500.000 parados más en el país.

Por su parte, el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio e Industria, Hans Peter Stihl, señaló ayer que la situación económica alemana sigue siendo muy inestable y se mostró disconforme con el optimismo mostrado últimamente por el ministro de Economía, Gunther Rexrodt. El barómetro "sigue apuntando más hacia abajo que hacia arriba", declaró Stihl en una rueda de prensa, en la que destacó el retroceso del 16,5% en las inversiones de las empresas alemanas en el primer semestre de este año.

Crece la deuda pública

En esta situación no se vislumbra, de momento, una mejora "ya que la situación de los beneficios es mala, las capacidades siguen estando infrautilizadas y no se prevé ninguna reanimación de la demanda", añadió.Stihl arremetió sobre todo contra la política financiera del Gobierno, criticando la fuerte deuda pública, que se ha duplicado en los últimos cuatro años, lo que puede situarla este año en los 2,2 billones de marcos (unos 176 billones de pesetas).

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