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Entrevista:

"El comunismo está muerto"

PIOTR ADAMSKI El líder de la Socialdemocracia de la República (el principal partido en la Alianza de la Izquierda), Aleksander Kwasniewski, de 38 años, está convencido, días después del triunfo en las urnas, de que sin su agrupación no podrá formarse un Gobierno estable en Polonia. Político con experiencia en pasados gobiernos comunistas, Kwasniewski es el candidato número uno a la presidencia del Ejecutivo, al ser el diputado que ha recibido el mayor número de votos en el país, casi 150.000.

Kwasniewski en esta entrevista con EL PAÍS confiesa que tratará de evitar cualquier roce con el jefe del Estado, Lech Walesa, al tiempo que asegura que la izquierda -de hacerse con la dirección del Gobierno- no abandonará las reformas. Está también convencido de que en su partido, surgido del comunista hace tres años y medio, ya está superado el problema de los aparatchiks.

Pregunta. En su oficina está colgado un cartel electoral que dice: "Las cosas no pueden continuar así". ¿Han de volver a ser como eran antes de 1989?

Respuesta. No, no. Creo que para ninguna persona sensata puede plantearse el retorno a la situación previa al año 1989. El comunismo está muerto. Ese sistema está perdido a escala global debido a su falta de flexibilidad y la incapacidad de satisfacer las necesidades de la sociedad y de adaptarse al mundo actual. Lo que nosotros queremos decir es que las reformas que se llevan a cabo en Polonia pueden realizarse con otros métodos, con un coste social inferior.

P. ¿Podrán cumplir sus promesas de limitación del precio de la energía, reducción del desempleo, revalorización de las pensiones y sanidad gratuita?

R. Sí. Creo que estas promesas pueden cumplirse. Siempre hemos dicho que nuestro programa no contiene recetas mágicas. Todo lo que acaba de enumerar puede realizarse si se forma un Gobierno estable que disponga de suficiente tiempo para hacerlo.

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P. La realización de estos postulados requiere dinero. ¿De dónde lo van a sacar?

R. Sabemos que no puede haber. aventuras presupuestarias. El déficit debe ser controlado por el Estado. Soy contrario a las revoluciones.

P. ¿Elevarán los impuestos?

R. No, los impuestos en Polonia no pueden ser más altos de lo que son [IRPF del 20% al 40%.].

P. ¿Qué quieren rechazar de la política de ajuste económico?R. No se trata de rechazarla. Creemos que lo referido a la lucha contra la inflación, la estabilidad del zloty [moneda nacional] y las condiciones para la entrada de las empresas extranjeras debe mantenerse. Pero se echa en falta una política industrial y una política agrícola, además de corregir el abandono en el que cayó la política social.

P. Eso es un programa liberal.R. No es un programa liberal. En los términos más suaves, es socioliberal. Es la concepción del desarrollo económico combinado con la necesaria protección de los intereses de los trabajadores. Guardando todas las proporciones, es una concepción similar a la que realizan -en otras condiciones- los socialistas españoles.

P. ¿Le gustaría ser un Felipe González polaco?

R. Las comparaciones son difíciles. Aprecio mucho a Felipe González. Supo ser socialista y al mismo desarrollar España. Supo ser duro a la hora de tomar ciertas decisiones económicas. Por otro lado, creo que González hizo algo que sería necesario hacer en Polonia: cerró una página de la historia. Claro, que las condiciones eran diferentes porque él había estado en la oposición al régimen..., pero hizo algo que Solidaridad nunca quiso hacer en Polonia: declaró que el mundo avanza y que nadie debe interesarse por si alguien fue franquista, anticomunista o posfranquista. Felipe González es para mí el ejemplo de un gran pragmatismo político.

P. En su partido no faltan los aparatchiks y usted representa al ala liberal ¿controla lo bastante al partido como para realizar las reformas?

R. En cada partido grande hay fracciones. Creo que el ala liberal tiene la voz cantante en la Socialdemocracia.

P. ¿Esperaba una victoria tan importante?

R. Esperaba un resultado muy bueno. Lo que me ha sorprendido un poco fue que obtuvieramos el doble de votos que la Unión Democrática [partido de Tadeusz Mazowiecki].

P. ¿Cree que se puede formar un Gobierno sin su partido?

R. No puedo imaginarme que pueda formarse un Gobierno estable sin el mayor grupo parlamentario en la Dieta y en el Senado. -Son posibles otras combinaciones, pero serían para escasos meses.

P. ¿No teme un conflicto con Lech Walesa?

R. La situación para el presidente es completamente nueva. Creo que Walesa no esperaba que la izquierda fuera a tener una influencia tan importante en Polonia. Considero que la respuesta a este dilema está en la cohabitación a la francesa.

P. ¿No pretenderán acortar el mandato de Walesa?

R. Lo que queremos es elaborar una nueva Constitución y someterla a un referéndum. Una vez celebrado, se convocarían las elecciones, pero en las fechas que prevé la legislación de hoy. Independientemente de cómo sea la nueva Constitución, no queremos proponer ninguna limitación al poder del actual presidente. Creo que la guerra en las cúpulas [referencia a la contienda entre Walesa y Mazowiecki en 19901 sería la mayor estupidez imaginable.

P. ¿Apoya a Yeltsin en su contienda con el Parlamento?

R. Es una pregunta mal planteada. Ambas partes deberían entenderse. Creo que el calendario electoral propuesto por Yeltsin es un paso en buena dirección. Lo más importante es impedir el uso de la fuerza.*

P. ¿Cuál es su postura frente a la eventual entrada de Polonia en la Comunidad Europea (CE) y en la OTAN?

R. En cuanto a la CE, es un sí decidido. Esperamos que sea posible elaborar un calendario de aproximación de Polonia hacia la CE que, seguro, durará bastantes años. Por lo que respecta a la OTAN, nuestra actitud es abierta. Creemos que es necesario crear un sistema de seguridad integral en Europa, pero la OTAN debe reformarse porque -como demuestra la situación en la ex Yugoslavia- es incapaz de solucionar los conflictos locales.

P. ¿Estaría a favor de incluir en el nuevo sistema de seguridad, basado en la OTAN, a Rusia y Ucrania?

R. No podemos estar a favor de construir un sistema de seguridad con el límite en el río Bug [frontera oriental de Polonia]. Cualquier conflicto sería, entonces, a nuestra costa.

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