_
_
_
_
_

Políticos y empresarios piden al Gobierno japonés que baje el impuesto de la renta para salir de la crisis

Juan Jesús Aznárez

Aumenta en Japón el número de corporaciones empresariales y de parlamentarios que, en la oposición o en las bancadas de la coalición gubernamental, exigen al ejecutivo la desgravación del impuesto sobre la renta al sospechar que los sucesivos recortes en el tipo de interés oficial y las multimillonarias ampliaciones presupuestarias evitarán un mayor hundimiento de la economía pero no resolverán la crisis.Ryutaro Hashimoto, diputado del conservador Partido Liberal Democrático y antiguo ministro de Finanzas, ha recomendado que la reducción impositiva sobre los salarios alcance los 35.000 millones de dólares (unos 4,6 billones de pesetas) y sea financiada mediante un cuidadoso incremento de la fiscalidad sobre el consumo. El precio del dinero nunca ha sido tan barato desde que el pasado martes el Banco de Japón aprobase un descuento de 0,75% y el interés que esa entidad carga a la banca comercial se situara en 1,75 puntos. El recorte aliviará la contabilidad empresarial pero no ha provocado las deseadas avalanchas de solicitantes de crédito.

Las corporaciones no parecen tener excesivo interés en un mayor endeudamiento para modernizar instalaciones y equipos. Pocos días antes, el gobierno había anunciado también una ampliación presupuestaria de 57.000 millones de dólares, cuarta desde abril de 1992, destinada fundamentalmente a obras públicas y a lograr que el consumidor nacional se beneficie de la fuerte apreciación del yen y compre más.

La animación de la demanda interna, no conseguida hasta ahora porque los japoneses ahorran al no observar un horizonte ecónomico despejado, ayudaría a reducir el gigantesco déficit nipón mediante un aumento de las importaciones. Pero además de las dos últimas medidas, en abril del pasado año, se aprobaron otros 125.000 millones de dólares de ampliación presupuestaria.

Resultados

Tanto el actual Gobierno como el saliente advertieron que los resultados de esas inyecciones no serán inmediatos. Takeshi Nagano, presidente de la Federación Japonesa de Asociaciones Empresariales, instó por su parte a la adopción de "pasos cuyos resultados sean inmediatos".

Masaya Miyoshi, director general de la Federación Japonesa de Organizaciones Económicas, reconoce sin embargo, que cobra fuerza el consenso del Gobierno y la comunidad empresarial sobre la conveniencia de combinar la desgravación en renta con el aumento de los impuestos sobre el consumo. El consumo interno en Japón significa el 57% del Producto Nacional Bruto (valor de los bienes y servicios).

Otros expertos sostienen que la economía nipona, encorsetada en 10.000 regulaciones gubernamentales, padece de dolencias estructurales y necesita, por tanto, profundas reformas. Mientras éstas no llegan, los tres puntos de crecimiento inicialmente previstos por la administración son una quimera, los gigantes Toyota y Nissan anuncian su tercer año consecutivo de caída de ventas y el consumo familiar de julio descendió en un 2,3% con respecto al mismo mes del pasado año; diariamente se anuncian ajustes de plantillas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_