A favor y en contra.
PekínUna ciudad con 10 millones de habitantes, vanguardia de los 1.200 millones en todo un inmenso país, el 20% de la población mundial. Un potencial que asusta. El futuro del mundo pasa por China y el olimpismo no quiere quedarse fuera al presentarse la primera oportunidad. Pekín tiene sobradas instalaciones, pero se construirá un nuevo estadio para 100.000 espectadores, dos villas olímpicas para los atletas y otra para los periodistas, así como otro aeropuerto y autopistas para el acceso rápido a los lugares olímpicos. Sin embargo, en un país cerrado hasta hace bien poco tiempo, aún no está clara la libertad de movimientos para los visitantes. El comité organizador lo ha garantizado, pero siempre que no violen las leyes chinas. China no mantiene relaciones diplomáticas con 34 países de la familia olímpica.
Sidney
Hermosa ciudad de 3,7 millones de habitantes que es pionera en su proyecto olímpico de respeto a la ecología, como lo demuestra el apoyo incondicional que ha recibido de Greenpeace. Australia es un país volcado hacia el deporte y con suficientes recursos para organizar unos Juegos modélicos. 19 instalaciones para competiciones y entrenamientos están terminadas y tres en construcción. Sólo faltarían un estadio para 80.000 plazas y el velódromo. Ha sido el proyecto mejor valorado por la comisión de inspección del COI. En contra, sólo tiene su situación geográfica. Pero la candidatura se compromete a pagar los gastos de traslado a todos los atletas y oficiales. Otro inconveniente serán las fechas, ya que los Juegos serían en octubre, coincidiendo con los grandes deportes del hemisferio norte.
Manchester
La vieja ciudad británica ha quedado como la tercera en discordia, pero ofreciendo calidades innegables. Sus instalaciones se concentrarán en un pequeño espacio y todos sus medios técnicos, como las telecomunicaciones o los transportes, son de primer orden. Sin embargo, le falta el atractivo olímpico en la alternancia de continentes.
Berlín
Símbolo de la reunificación alemana, compensaría en principio la repetición de una sede europea. Además, la solidez alemana garantizaría una seguridad económica. Su inversión sería la mayor de las candidatas. Pero la oposición al proyecto ha sido fuerte.
Estambul
Está en una posición geográfica privilegiada y ha recibido apoyo gubernamental. Pero, su inestabilidad política, con un conflicto armado kurdo, un tráfico infernal y su inexperiencia en la organización de competiciones, han obligado a declarar a la candidatura que se siente satisfecha de haber. llegado al menos hasta Montecarlo.
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