Balladur condiciona las ayudas a las empresas al mantenimiento del empleo

El primer ministro francés, Édouard Balladur, recordó ayer a. las empresas públicas que "debían procurar por todos los medios ser ejemplares en materia de conservación de puestos de trabajo". Las declaraciones de Balladur se producían después de que el pasado día 15 sociedades como Air France, Thomson, Bull, Snecma o Chausson, participadas en mayor o menor medida por dinero público, anunciaran al unísono su decisión de poner en la calle entre 15.000 y 20.000 trabajadores.

Balladur ha decidido que "ninguna empresa pública podrá presentar, hasta el próximo 31 de marzo, ningún plan social que no contemple las medidas comprendidas en el Plan Quinquenal para el Empleo". Dicho plan contempla jubilaciones anticipadas, pero también la anualización del tiempo de trabajo, la aplicación del paro parcial o un cierto reparto del trabajo. La fecha del 31 de marzo corresponde a la prevista para la aprobación, por parte del Parlamento, del Plan Quinquenal.Las empresas privadas también están en el ojo del huracán de la irritación del primer ministro: "La ayuda que aporta el Estado a los planes sociales quedará subordinada a la búsqueda de todos los medios posibles para garantizar, dentro de la legalidad, un puesto de trabajo al mayor número posible de persona".

El ministro del Presupuesto, Nicolas Sarkozy, ha creído poder afirmar que "Thomson renunciaba a los 1.614 despidos anunciados el 15 de septiembre", aunque para que eso sea cierto se depende ahora de si "la reducción del tiempo de trabajo es aceptada por todos los agentes sociales".

Para el gobierno Balladur, como para los últimos gabinetes de Pierre Bérégovoy, los empresarios no corresponden adecuadamente al trato dado por el Ejecutivo, que ha acelerado la devolución del IVA, ha abaratado el coste del trabajo, ha permitido la proliferación de contratos de trabajo ocasionales, ha subvencionado empleo y ha asumido parte de las indemnizaciones de. despido.