Sampras vuelve a reinar

"Ha sido un gran año", sentenció Pete Sampras poco antes de recoger sus raquetas y retirarse a su domicilio de Bradenton (Florida). Allí podrá saborear las mieles de una temporada excepcional en la que se ha impuesto en dos torneos del Grand Slam del tenis, Wimbledon y el Open de Estados Unidos -"los dos, mejores", dijo-, que le han catapultado al primer puesto de la clasificación mundial. El nuevo rey del tenis suma 3.925 puntos, 196 más que el anterior, su compatriota Jim Courier. El alemán Boris Becker y Sergi Bruguera, el tercero y el cuarto con 2.827- y 2.661, miran con prismáticos a la pareja norteamericana. Por su victoria en el Open, Sampras percibirá un premio de unos 70 millones de pesetas.Las expectativas del tenista, a sus 22 años, son inmensas. Él mismo admite que todo le llegó demasiado deprisa. Con 19, se convirtió en el ganador más j oven de la historia del Open de su país. Su segundo triunfo, el domingo tras vencer en la final al francés Cedric Pioline por 6-4, 6-4 y 6-3, le ha dejado otro sabor de boca: "La última vez no pude apreciar lo que cuesta ganar un torneo del Grand Slam. Fue tan rápÍdo y tan fácil... ".

Su sobrenombre, Dulce Pete, se debe más a su carácter que a sus golpes. Puntualiza sobre su admiración por el talento de John McEnroe y la intensidad de Jimmy Connors, pero su ídolo, desde que empuñó una raqueta cuando tan sólo tenía siete años, es el australiano Rod Laver.

Su entrenador, Tim Gullickson, cree que Sampras cuenta con la clase suficiente para convertirse en el primer ganador de los cuatro torneos del Grand Slam en una misma temporada desde. que lo hiciera Laver. Todos los técnicos coinciden en destacar que posee uno de los mejores servicios de siempre. Frente a Pioline, empezó a más de 200 kilómetros por hora. "Quise enviarle un mensaje", comentó.

Sampras puede ganar en toda clase de superficies. "Tiene todo lo que hay que tener: fuerza y fineza, todos los golpes", afirma Gullickson; "es una rara combinación. No he visto la fineza en Boris Becker ni la fuerza en Stefan Edberg".

José Higueras, el entrenador de Courier, corrobora: "Cuando Pete juega a su mejor nivel, sólo tienes tiempo de mirar atrás para ver dónde está la pelota. Desde Laver no había visto tanta calidad".