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Krabbe recurrirá ante los tribunales su sanción

Los tribunales ordinarios de justicia pueden ser el último escenario para el contencioso que la atleta alemana Katrin Krabbe, de 23 años, mantiene con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) por consumo de sustancias dopantes y falta de ética deportiva. Krabbe está dispuesta a recurrir ante los jueces la suspensión de dos años adoptada el domingo por la IAAF y hecha pública ayer para no alterarla clausura de los Mundiales de Stuttgart. Dicho castigo supondría el adiós casi definitivo de Krabbe a las competiciones oficiales.La decisión de la IAAF fue concluyente: suspensión de dos años, contabilizables a partir de ayer, para Krabbe y otras dos velocistas alemanas, Grit Breuer y Manuela Derr, por atentar contra la ética deportiva. La participación de cualquiera de ellas en los próximos campeonatos del mundo, a celebrar del 5 al 13 de agosto de 1995 en Gotemburgo (Suecia), queda descartada.

La campeona de los 100 y los 200 metros en los Mundiales de Tokio 91 lleva un año sin competir después de que el 5 de agosto de 1992 diera positivo en un control antidopaje por sorpresa efectuado mientras se entrenaba en Suráfrica. La sustancia detectada fue el clenbuterol. La federación alemana (DLV) recomendó en su día una pena de cuatro años de inhabilitación para Krabbe, Breuer y Derr. Sin embargo, la pena fue reducida en mayo a sólo un año para Krabbe y Breuer, con efecto retroactivo, y a ocho meses para Derr. La razón fue meramente burocrática: la federación alemana no contempla en su reglamento ningún castigo contra los análisis positivos efectuados fuera de la competición, por lo que tuvo que considerar lo sucedido como una mera "falta de ética deportiva". De esta manera, la sanción federativa no entraba en contradicción con la legislación laboral alemana, que sólo permite un año de pérdida del puesto de trabajo por una falta semejante. El castigo expiró el pasado 13 de agosto, pero la IAAF decidió

mantener la suspensión por cuatro años a la espera de una resolución de su comisión jurídica.

Tras analizar la complejidad del caso, la IAAF decidió no sometar a Krabbe a la normativa contra dopáje, cuya sanción mínima es de cuatro años, y aplicar sus propias reglas sobre ética deportiva, en concreto el artículo 53, que permite castigar a un deportista si desacredita al atletismo con un comportamiento incorrecto o insultante.

El presidente de la federación alemana, Helmut Digel, anunció ayer que recurrirá la sentencia: "Es indignante. Las atletas han sido sancionadas con tres años de inhabilitación pese a que no se les culpa de haberse dopado".

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