_
_
_
_

Canal + emite 'Octubre rojo', primer documental sobre la base nuclear de Murmansk en Rusia

Alrededor de 25.000 personas, entre militares y familiares, viven actualmente sometidos a una radiactividad incontrolada en la base rusa de Murmansk, que alberga un tercio de las armas y el 70% de las fuerzas navales nucleares de Rusia. Después de tres décadas de vida secreta, este año, por primera vez, las cámaras de televisión consiguieron acceder a la base. La filmación ha dado lugar a Octubre rojo, un documental de 52 minutos de duración que hoy estrena Canal + (15.00). El reportaje ha sido realizado por las productoras SHK Paris, de Francia, y Master TV, de Rusia.

Murmansk, considerada la base estratégica más importante de Rusia, fue creada en el año 1961 en la provincia de Kola, más allá del Círculo Polar Ártico, a 75 kilómetros de Noruega. Se trata de la mayor concentración de armas nucleares del mundo, en un área que apenas supera los cinco kilómetros cuadrados. Murmansk posee en la actualidad un tercio de las armas nucleares de la antigua Unión Soviética y se calcula que el 70% de sus fuerzas navales con armamento nuclear. Allí se encuentran, por ejemplo, los submarinos atómicos Typhoon, considerados como uno de los mayores ingenios construidos hasta ahora.En el documental, dirigido por Basile Grigoriev, se ofrecen declaraciones de los habitantes de la base, que denuncian el aislamiento y el olvido al que se ven sometidos desde el fin de la guerra fría. Pese a que los detectores de radiactividad están bloqueados en el nivel 0, para mantener la moral de las tropas, una serie de extrañas enfermedades y muertes son justificadas a diario como paros cardiacos, según afirman las personas que intervienen en el reportaje. Los autores de Octubre rojo afirman en el reportaje que las dimensiones de la base secreta de Murmansk eran desconocidas incluso en Estados Unidos.

Problemas de salud

Este documental se estrenó hace pocas semanas en la televisión francesa y levantó una gran expectación entre los telespectadores y los medios de comunicación. El diario Le Monde recordaba el miedo provocado por algunas películas catastrofistas y afirmaba: "Sin embargo, esta vez es de verdad y la pregunta es qué esperan los americanos, los europeos y todos los demás para ocuparse seriamente de este increíble arsenal en abandono".Algunas de las intervenciones de los habitantes de Murmansk son escalofriantes. "Todos tenemos problemas de salud. Nos sangra continuamente la nariz", afirma una enfermera de la maternidad de la base, situada a menos de 50 metros de las cajas que contienen misiles atómicos abandonados en una especie de vertedero creado en poco más de diez años.

En el año 1988, después de la catástrofe nuclear de Chernóbil, los responsables de la base alertaron sobre la evidencia de que un accidente en las instalaciones de Murmansk sería mucho peor que el desastre ocurrido en Ucrania. Pero, el alto riesgo que supone vivir amenazados por la radiactividad no es el único. Según se afirma en el documental, la falta de recursos económicos impide los trabajos mínimos de mantenimiento del arsenal acumulado, con el consiguiente peligro de fallo en los sistemas de seguridad.

En el reportaje producido por las productoras SHK Paris y Master TV, francesa y rusa respectivamente, se explica también cómo en 1976 Bréznev autorizó la construcción en esta base de submarinos nucleares (monstruos de 36.000 toneladas, capaces de romper bloques de hielo de más de seis metros) en el programa bautizado Typhoon. Durante 15 años se construyeron seis, que se unieron al arsenal existente.

Peligro de explosión

Algunos de las personas que intervienen en Octubre rojo afirman que el peligro de que se produzca una explosión por sorpresa cada vez que vuelve uno de estos submarinos es permanente. El tono frío de la narración y la sensación de que nada grave ocurre desaparecen a medida que avanza el reportaje. Mientras crece la polémica internacional, los habitantes de Murmansk esperan la decisión de las autoridades rusas sobre este enclave aislado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_