Con cinco millones, al cielo
Cinco millones de pesetas es el presupuesto total de la marcha española. El dinero no da para cubrir todas las necesidades y los marchadores han de pagarse de su propio bolsillo parte de las concentraciones, siempre en tan modestísimas instalaciones que Jesús Angel García Bragado no asistió este año a la de Font Romeu (Pirineo francés) porque el año pasado sintió claustrofobia en su habitación. El entrenamiento en altitud lo hizo en Navacerrada, donde le subía cada tarde su padre en su taxi.La temporada de marcha sólo contemplaba este año dos concentraciones oficiales, una en Alfaz del Pí (Alicante), antes de la Copa del Mundo, y otra, de 28 días, en Font Romeu, para preparar los Mundiales. Los precios no podían pasar en ningún caso de 4.500 pesetas por persona y día, pues no había más recursos. Quienes se quedaron algún día más tuvieron que afrontar los gastos.
Este fue el caso, sobre todo, de, casualmente, todos los marchadores que mejores clasificaciones han obtenido en Stuttgart. El plan de marcha contemplaba una concentración de invierno en Benasque (Pirineo oscense), pero no había presupuesto para ello. Todos se lo pagaron de su bolsillo. Más tarde, Plaza, con su entrenador, Llopart, se fue al Teide, e hizo lo mismo.
Un futuro podólogo
Las concentraciones son en residencias tan monacales que en Font Romeu, por ejemplo, lo estrecho de la habitación apenas deja sitio para pasar entre la cama y la mesa. Por eso renunció García Bragado renunció a ir. "Se entrena por la mañana, se entrena por la tarde, estudia cuando puede para ser podólogo, no es extraño que sufra más presiones de las normales y le agobien los espacios cerrados", dicen sus padres. "Si lleva anos queriéndose sacar el carné de conducir y no tiene tiempo. Ahora, con el Mercedes, tendrá que hacer un hueco".
El seleccionador, José Marín, no considera contraproducente que los marchadores carezcan en las concentraciones de las habituales comodidades. Siempre ha defendido que donde haya buena comida y buenas instalaciones para entrenar, no hace falta más: "El trabajo es tan duro que cuando se cae en la cama, entra rápido el sueño".
Con este régimen de vida se están superando los éxitos alcanzados por Llopart y Marín, ahora al frente de todo un grupo de trabajo que trabaja en equipo, aunque algunos marchadores tienen sus propios entrenadores, como el caso de García Bragado, que le prepara Alberto Jiménez. Ayer García Bragado realizó la mejor marca mundial del año. Fue el primer paso hacia un récord que él no descarta.
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