España culpa al régimen de Obiang de provocar un "serio deterioro" en las relaciones con Guinea

El Ministerio español de Asuntos Exteriores considera responsable al régimen de Teodoro Obiang Nguema del creciente deterioro en las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial, y califica de "auténticacalumnia" la acusación de las autoridades de Malabo de implicar a España en la revuelta del pasado fin de semana en la isla de Annobón, en la que murieron dos personas. En un comunicado difundido ayer por la Oficina de Información Diplomática (OID), el Gobierno español muestra su preocupación por la multiplicación "de incidentes, gestos y declaraciones hostiles de diferentes órganos de gobierno y la Administración de Guinea contra España, la Embajada y los españoles" en dicho país.

El último incidente que ha mermado la buena marcha de las relaciones hispanoguineanas se originó el pasado martes durante una reunión del viceprimer ministro de Guinea Ecuatorial, Miguel Oyono, con el cuerpo diplomático acreditado en Malabo. Oyono acusó a la Embajada de España de fomentar una revuelta en la isla de Annobón, que luego dio lugar a una sangrienta represión por parte de las fuerzas de seguridad ecuatoguineanas.Al escuchar las acusaciones, los representantes españoles, encabezados por el encargado de negocios, José María Ridao, abandonaron bruscamente la sala en señal de protesta, y fueron seguidos por el embajador estadounidense, que expresaba así su solidaridad con los diplomáticos españoles.

Protesta verbal

Ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores decidió hacer llegar a la Embajada de Guinea Ecuatorial en España una nota verbal de protesta por estas acusaciones, a la vez que difundió un duro comunicado oficial sobre los últimos incidentes.

En esta nota, el Gobierno español lamenta la pérdida de vidas humanas en la represión llevada a cabo en Annobón, la isla situada a 670 kilómetros al sur de Malabo, y rechaza "tajantemente" las acusaciones vertidas contra los diplomáticos españoles. "Estas afirmaciones", señala el comunicado, "constituyen una auténtica calumnia que descalifica a quienes la profieren".

El Ejecutivo español muestra también su preocupación por el hecho de que este último incidente no es un caso aislado, sino que viene precedido de otros "gestos y declaraciones hostiles" contra España ocurridos en los últimos 15 días.

Los más graves fueron la detención y expulsión de Guinea del médico zaragozano Luis Costart, por el motivo de ser amigo de un dirigente de la oposición, y la detención del empresario Antonio Núñez Torres, a quien en un primer momento se acusó de pertenecer a ETA y que a los pocos días fue puesto en libertad sin cargos.

"El Gobierno español protesta enérgicamente, por estos hechos, que están provocando un serio deterioro en el clima de las relaciones hispano-ecuatoguineanas, y cuya responsabilidad incumbe enteramente a la parte ecuatoguineana, por lo que el Gobierno español espera que el Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial cumpla con su obligación de velar por la seguridad e integridad de las misiones diplomática y consular de España y de sus miembros, así como de los residentes españolas en Guinea Ecuatorial", concluye el comunicado.

Esta dura reacción es continuación de otro comunicado, hecho público a finales de julio, en el que el Gobierno español sugería la conveniencia de aplazar la convocatoria de las elecciones legislativas previstas en Guinea para el 12 de septiembre, con el fin de garantizar la concurrencia de los partidos democráticos unidos en la Plataforma de Oposición Conjunta (POC), la mayoría de cuyos dirigentes residen en Madrid.