La pesadilla de Volkswagen
Las nuevas revelaciones de la revista 'Der Spiegel' sobre espionaje industrial ponen a López de Arriortúa contra las cuerdas
"López puede acabar entre rejas". El prestigioso semanario alemán Der Spiegel trataba así de duro el posible futuro del jefe de compras de Volkswagen, José Ignacio López de Arriortúa, tras revelar en su edición de ayer que trabajadores en prácticas del primer constructor automovilístico europeo se dedicaron a copiar en ordenadores documentación secreta proveniente de General Motors y su filial Opel. La fiscalía de Darmstadt ha tomado inmediatamente cartas en el asunto. El caso López se ha convertido en un escándalo para VW.La revista alemana no ahorra detalles. Citando como fuentes a directivos de la propia Volkswagen, Der Spiegel narra cómo Pocos días después de la llegada de López como nuevo jefe de compras, comenzaron en unas apartadas instalaciones de la compañía una serie de frenéticas actividades. "Se trataba de copiar varios montones de documentos y de introducir en ordenadores datos y tablas secretas [...]. Se reforzó el equipo que realizaba el trabajo. Algunos de los españoles de confianza de López [que junto con él habían cambiado Opel por Volkswagen] ayudaron a reducir la pila de papeles. Según directivos de la propia compañía, se trataba de documentos de Opel y de General Motors".
Es el más duro golpe recibido por López desde que comenzó la polémica. La fiscalía de Darmstadt ha confirmado que redoblará los esfuerzos para identificar e interrogar a los empleados citados por Der Spiegel. Un portavoz de la oficina del fiscal afirmó que registrarán las dependencias en las que se supone que se copiaron los documentos, si los testimonios ratifican la versión de la revista alemana.
Ésta, por su parte, aporta suficiente documentación para facilitar la investigación de la fiscalía. La localización exacta de los despachos en los que se realizó la operación: "Bürozentrum Ost [dependencias de VW fuera de la factoría]". E incluso nombres: Helen Campbell, "que supervisó a 10 secretarias [que también copiaron datos de General MotorsI", y que VW ha trasladado a otra filial fuera de Alemania para evitar que sea interrogada.
Buenos resultados
Las revelaciones de la revista se producen en un momento en el que las cosas comenzaban a ir bien, económicamente, para Volkswagen. Ayer mismo anunciaba que en julio pasado había conseguido salir de los números rojos al obtener unos beneficios de 70 millones de marcos (unos 5.800 millones de pesetas). Las enormes pérdidas, que alcanzaron los 1.600 millones de marcos (aproximadamente 143.000 millones de pesetas) en los primeros seis meses del año, fueron uno de los motivos que el presidente de la compañía, Ferdinand Piëch, adujo para contratar a López.Aunque Piëch siga defendiendo a López frente a las acusaciones de espionaje industrial -ayer mismo volvió a negar las informaciones publicadas por Der Sbiegel-, lo cierto es que en Volkswagen comienzan a abrirse camino las sospechas. El viernes pasado, la compañía anunció que había encargado a un auditor externo una, investigación "neutral" sobre las acusaciones contra López. Y no sólo dentro de la compañía.
El caso ha alcanzado ya al Gobierno federal: el ministro de Economía, Günter Rexrodt, que se ha ofrecido como mediador, se entrevistará mañana con directivos de Opel. La filial de GM ha reaccionado con cautela a esta iniciativa: es el fiscal quien ha de decir algo.
El círculo comienza a cerrarse alrededor del ejecutivo vasco. Der Spiegel, por su parte, recuerda las consecuencias judiciales que tanto para López como para Volkswagen puede tener el asunto, ahora que la sospecha de espionaje es bastante más difícil de rebatir.
De confirmarse las informaciones publicadas ayer, López habría incurrido en el delito de entregar documentación confidencial de su antigua compañía (General Motors) a la competencia (Volkswagen), y además habría transportado ésta fuera de EE UU. La legislación estadounidense prevé hasta cinco años de cárcel para ambos delitos.
López puede costarle a Volkswagen, además, miles de millones de pesetas. Las leyes estadounidenses reservan para la companía que se aproveche del espionaje industrial multas de hasta el doble de lo que haya ganado con los secretos robaddos a la competencia.
¿Y cuánto ha ganado Volkswagen? La justicia estadounidense no tendrá excesivos problemas en averiguarlo. La propia compañía ha manifestado que en pocos meses su nuevo jefe de compras ha ahorrado unos 700 millones de marcos (aproximadamente unos 58.000 millones de pesetas). La multa sería el doble: 1.400 millones de marcos (la fantástica suma de 116.000 millones de pesetas).
"Para el mayor constructor de automóviles de Europa es un desastre". Der Spiegel recuerda que, independientemente de las consecuencias judiciales, el escándalo ha dañado irremisiblemente la imagen de Volkswagen. Y eso sin contar con los efectos de lo publicado ayer.
El presidente de la compañía, Ferdinand Piëch, corre peligro de hundirse junto con el hombre que eligió para salvar VW. "En pocos meses, Piëch y López [...] han llevado a la compañía a la crisis más grave de toda su historia".
Golpe de timón
En la mejor tradición del capitalismo alemán, Der Spiegel apela al consejo de vigilancia de Volkswagen, en el que los sindicatos tienen la misma representación que los accionistas, a poner coto a los desmanes de la actual dirección.
"Ahorá que está claro que empleados de VW durante días han estado copiando en ordenadores miles de páginas de documentos de Opel y General Motors", continúa la revista, "el consejo de vigilancia debería activarse. Ahora ambos se han descalificado: López, como jefe de compras, y Piëch como presidente de la compañía".
El culebrón López deja un mal regusto en Alemania. "¿Está todo permitido cuando el objetivo vale la pena? ¿Bendeciremos cualquier truco sucio si nos conduce al éxito?", pregunta Der Spiegel a los alemanes, a sabiendas de que la respuesta de una sociedad que valora sobremanera la honradez empresarial será un no rotundo.
"El español", "el vasco" como le llama sistemáticamente la revista alemana a lo largo de las páginas que le dedica, que llegó para salvar a VW del desastre, se ha convertido en su pesadilla. La sociedad alemana, que le recibió como la mezcla perfecta de laboriosidad y creatividad mediterránea, descubre ahora sus mentiras y sus trucos. Y no le gusta.
Cronología de una crisis
1 de enero. Ferdinand Piëch es designado presidente de Volkswagen.14 de enero. López de Arriortúa propone a la dirección de General Motors la construcción de una planta de automóviles en Amorebieta (Vizcaya). Cuenta con el apo-. yo de un consorcio vasco.
15 de enero. Arriortúa se encuentra con Jans Neumann, colaborador de Piëch.
23 de febrero. Noticias de prensa dan como seguro el paso de Arriortúa a VW.
8 de marzo. Reunión internacional de Opel. Se desinfla el proyecto de Amorebieta.
9 de marzo. Neumann y López cierran prácticamente el fichaje por VW.
12 de marzo. Trasciende el cambio de Arriortúa y comienzan las contraofertas.
15 de marzo. Todo está previsto para que Superlópez anuncie que se queda en GM. Quince minutos antes de la rueda de prensa, el presidente de la empresa estadounidense, Jack Smith, recibe una carta del ejecutivo español. Él vuela hacia Alemania.
22 de marzo. El equipo de López de Arriortúa abandona Opel/GM y se pasa a VW.
30 de abril. GM acusa abiertamente de espionaje industrial a López de Arriortúa.
14 de junio. Arriortúa justifica su paso a VW por el proyecto de Amorebieta.
22 de junio. La investigación localiza cuatro cajas con documentos secretos de Opel en VW.
9 de julio. Ferdinand Piëch reconoce que no hay posibilidades para el proyecto Amorebieta.
28 de julio. Ferdinand Piëch defiende a López de Arriortúa y ataca a GM.
2 de agosto. Contacto telefónico entre Jack Smith y Ferdinand Piëch.
6 de agosto. Reunión de urgencia del consejo de supervisión de VW, que refrenda su apoyo a López de Arriortúa.
14 de agosto. Volkswagen encarga a la consultora KPMG que analice todo el caso. Der Spiegel asegura que en VW se maneja la posibilidad de prescindir de López de Arriortúa.
PALABRA DE HONOR.
En el proceso contra Der Spiegel por el anterior reportaje que publicó la revista, López presentó ante el juzgado una declaración de honor en la que negaba lo que ahora revela la revista alemana, punto por punto. El semanario reproduce los dos últimos puntos del documento. "9. Mis colaboradores y yo hemos trabajado desde el principio en nuestros despachos de la factoría Volkswagen. Fuera de la factoría, en el Instituto para la Dirección, hemos utilizado y utilizamos algunas dependencias para fines privados, hasta encontrar alojamiento. 10. Ni antes, ni en conjunción con mi salida de General Motors, ni después, he proporcionado, ni a terceros ni a Volkswagen, datos o documentos; especialmente, no he almacenado, ni ordenado almacenar, datos secretos en ningún ordenador de Volkswagen. Ni en mi primer viaje a Wolfsburg [sede de VW], ni en viajes posteriores, ni junto con las pertenencias con las que me mudé, me llevé cajas o paquetes que contuviesen tales documentos o datos". El comentario de Der Spiegel, lacónico y directo, no necesita comentarios: "En la declaración del vasco apenas hay nada verdadero, excepto la firma. Ni siquiera la ortografía del apellido Arriortúa es correcta".
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