De puertas para dentro

Hombres y mujeres de su partido han reñido, otra vez, a don Joaquín Leguina, y alguno hasta le ha exigido que opine sin testigos públicos.Hasta la última bronca conocíamos que la empresa conocida por "el cambio del cambio" consistía en "abrir el PSOE a la sociedad". Ahora, además, sabemos que esto se hará "de puertas para adentro".

Es una lástima, el presidente de Madrid sostenía la ilusión de los que esperan que algo cambie en los partidos políticos al expresar alguna de las pocas ideas interesantes al respecto. Le debemos, además, algo que pide agradecimiento: una actitud que enseña a tener opinión y a sostenerla.

Los males del PSOE, a los que el señor González parece intentar poner remedio, no vienen del señor Leguina, un político no muy dotado de la facundia huera que hace insufribles a muchos de los de su oficio, sino de la obsolescencia de sus valores culturales que han convertido a cuadros valiosos en personas acomodadizas y estériles:

Las organizaciones que a estas alturas no obran con transparencia deben renunciar al liderazgo social.

En el PSOE todavía existen demasiados asuntos que han de tratarse a puerta cerrada por no soportar el ser conocidos por la opinión pública. Por ejemplo, su aún vigente declaración de principios, que parte de una concepción social arcaica que considera "que los privilegios de la burguesía están garantizados por el poder político". Además, los políticos que no pueden sostener en público lo expresado en privado tienen que ir pensando en cambiar de profesión.-