Iberia, la ley y los fumadores
El día 11 de julio, tras la asistencia a un congreso en Santiago de Compostela, regresé a bordo de un avión de la compañía Iberia de Santiago (vía Barcelona) a Vitoria-Gasteiz. Durante este vuelo tuve ocasión de comprobar la asombrosa capacidad de razonamiento lógico que lucen algunos de los representantes de dicha compañia aerea. ¿Qué ocurrio.Al comprobar que durante nuestra escala en, Barcelona vanos de mis compañeros de viaje alrededor mío encendieron sus cigarrillos causándome (y supongo que también a otros-no fumadores) serias molestias, acudí a la a zafata mostrándole mi extrañeza ante el hecho de que, como hasta entonces creía, en vuelos nacionales estaba prohibido fumar según un real decreto publicado no hace mucho.
La amable azafata me dio la razón y pasó a hablar con su compañero; éste, poco después, me dijo que, dado que el vuelo tenía una duración de más de una hora y media, no le afectaba la nueva ley, y que podía quejar me en las oficinas de Iberia. No debió haberse quedado muy tranquilo porque ', inmediata mente después de nuestra con versación, se fue a hablar con el capitán del avión, el señor Silva, y me comunicó que, efectiva mente, se reafirmaba en lo dicho sobre la excepcionalidad del vuelo a causa de su larga duración, añadiendo un argumento que me dejó bastante perplejo: el capitán (¿fumador?) ha concedido la autorización de fumar a bordo, lo que, como máximo responsable del avión, tiene derecho de ha cerlo también por encima de cualquier ley, y que no merecía elevar mis quejas a Iberia porque no me iban a hacer ningún caso. Yo le mostré mi sorpresa por este poder aparentemente absoluto otorgado a los capitanes aéreos españoles, cosa realmente inadmisible en cualquier Estado de derecho parlamentario. Pero la cosa no quedó ahí. Con el afán de cortar esta inútil discusión, le pedí poder cambiarme a la zona de no fumadores para no tener que seguir (o por lo menos de más lejos) tragando el humo. Respuesta (literal, porque la apunté inmediatamente por genial):."Lo siento, señor, no hay zona no fumadora, porque en los vuelos nacionales está prohibido fumar". Ahora sí me quedé definitivamente boquiabierto e incapaz de contestar. Moraleja: recomiendo volar con Iberia a todo filósofo (fumador) enamorado del arte de la dialéctica. Los demás mortales (no fumadores), creo, viajamos mejor con otra compañía.-
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