La familia, de Iglesias Zamora no está "dispuesta a transigir" con las condiciones que le imponga ETA

La familia de Julio Iglesias Zamora, el ingeniero vasco secuestrado por ETA el pasado 5 de julio no está "en absoluto dispuesta a transigir con las condiciones que exija la banda para su rescate. Así se o recalcó ayer Ángel Iglesias, tío del secuestrado y presidente de la firma Ikusi, de la que el ingeniero es directivo, al presidente de la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa (Adegui) Tomás Arizeta, con quien se reunió. La tajante afirmación de Ángel Iglesias se produjo el mismo día que el diario Egin publicaba una foto del secuestrado y un comunicado de ETA en el que asume que se halla en su poder. La publicación de esta fotografía es interpretada por el portavoz de la familia, Antonio Elósegui, como "un capítulo más dentro de la forma de actuar de ETA. Estamos en los módulos normales de actuación" de la banda.

Los expertos creen que la fotografía es la exigencia solicitada por los familiares para facilitar el pago del rescate en los plazos que señale la organización terrorista. Tanto fuentes políticas como policiales sospechan que los etarras van a reclamar el dinero en algún lugar en que tiene representación comercial. La firma guipuzcoana está presente en Escandinavia, Latinoamérica, Portugal y algunos países árabes.La familia, según Elósegui, está a, la espera de conocer las exigencias del grupo terrorista. El portavoz aseguró que los contactos que se. establezcan con los secuestradores no se harán públicos. "Estamos atados de pies y manos por el grupo extorsionante y por una legislación que no nos impide tener contactos pero sí pagar rescate por un secuestro", señaló.

Para la familia, la publicación de la, fotografía de supuso cierto alivio "después de un mes sin saber nada", indicó Elósegui. Los familiares pudieron ver la imagen de Iglesias Zamora impresa en Egin horas después de haber llegado a ese periódico, y no tuvieron acceso a la fotografía, en la que el ingeniero sostiene un ejemplar de ese mismo diario del pasado 13 de julio, hast la tarde de ayer.

El comunicado de ETA publicado por Egin es un cúmulo de críticas contra el Estado, los partidos y determinados aspectos sociales y económicos. En el texto, la organización terrorista reafirma su amenaza de "volver a actuar contra los responsables máximos en el tráfico de drogas y sus colaboradores más próxiinos". En el comunicado, ETA asume el asesinato del joven toxicómano Ángel María González, al que acusa de "traficante de drogas".

El grupo terrorista, al referirse al "arresto" de Julio Iglesias Zamora, critica a quienes le responsabilizan de la crisis económica que padece el País Vasco.

El portavoz del Gobierno vasco, Joseba Arregui, aseguró ayer que el comunicado etarra "muestra quiénes son los verdaderos enemigos de la sociedad vasca, quién está atentando contra la libertad en este país, contra el progreso y el bienestar".

Por su parte, el portavoz de Herri Batasuna, Jon Idígoras, lamentó que los miembros de su partido no puedan hacer nada para mediar en el secuestro de Julio Iglesias Zamora: "Aun lamentando no poder hacer nada en el apartado humanitario, no podemos hacer el juego al Ministerio y la Consejería de Interior, que lo que pretenden es utilizarnos como cebos para detenemos en masa". Idígoras aludió a los casos de los abogados Álvaro Reizabal e Íñigo Iruin.

Obligado a dejar Euskadi

Por otra parte, el empresario guipuzcoano José Cruz Larrañaga, presidente de la industria Indar, SA, de Beasáin, se ha visto obligado a abandonar el País Vasco ante el intento de un nuevo chantaje económico por parte de ETA. Larrañaga fue secuestrado por la banda terrorista hace 10 años, y el pasado mes de abril recibió una misiva amenazante de la organización terrorista en la que se le solicitaban 25 millones de pesetas. Quince día! después recibió una segunda carta.

Estas cartas motivaron una reunión entre el presidente del Partido Nacionalista de Vasco (PNV) de Guipúzcoa, Joseba Eguibar, y los miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, Rufi Etxeberría y Jose María Olarra. El primero les exigió que hiciesen algo para que esas situaciones de chantaje no se produzcan; los dirigentes de Herri Batasuna se negaron a transmitir ningún tipo de mensaje a la banda armada.

[Por su parte, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, animó ayer a los empresarios vascos a que "no se dejen coaccionar por quienes ya no tienen capacidad de hacerlo, aunque parezca lo contrario", en referencia a la extorsión practicada por los etarras].