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Hambres africanas en Rusia

Los estudiantes guineanos becados en la ex Unión Soviética no tienen ni para comer

El hambre no sólo azota a gran parte de los ecuatoguineanos en su patria. También lo hace en Rusia. Los estudiantes de Guinea Ecuatorial en la ex Unión Soviética hoy reciben una beca de apenas unas 200 pesetas, y su Gobierno no les da ni un duro.La Embajada de Guinea Ecuatorial está clausurada: los estudiantes, desesperados por la situación en que se encuentran, se apoderaron de ella. "La precintamos hace tres días, aunque nos declaramos en huelga hace tres semanas. Esperábamos que llegara una solución desde Guinea Ecuatorial, pero cuando nos dimos cuenta de que los diplomáticos nos estaban engañando al decirnos que pronto vendría una delegación para resolver nuestro problema tomamos la embajada", dice Enrique Asumu, un estudiante de sexto de Medicina.

El problema surgió con la desintegración de la Unión Soviética, cuando cientos de estudiantes, principalmente tercermundistas, se quedaron prácticamente sin financiación. Rusia comunicó a los Gobiernos correspondientes que no podría seguir manteniendo a todos los estudiantes extranjeros y entonces comenzaron las penurias para muchos jóvenes.

Afortunadamente, el problema se ha ido solucionando con ayuda de los países interesados y de la Unesco. Una delegación de este organismo viajó el año pasado a Moscú y firmó un acuerdo con las embajadas de las naciones más pobres, gracias al cual ahora los estudiantes de éstas reciben un suplemento tanto de parte de sus Gobiernos como de la Unesco. Pero, como explicaron los jóvenes huelguistas, la Embajada de Guinea Ecuatorial se negó a firmar aquel documento.

"Estamos abandonados", resume la situación Marcos Abeso, estudiante de último año de Ingeniería Civil.

Los jóvenes de Guinea Ecuatorial, aproximadamente unos noventa, han aprovechado las vacaciones de verano para venir a Moscú desde distintas ciudades de la ex URSS para plantear su humilde reivindicación: una pequeña ayuda de parte del Gobierno para poder terminar los estudios y regresar a su patria.

"Queremos dinero y no buenas y falsas promesas, ¿oyes Obienguenito?"; "Guinea Ecuatorial, madre que ignora el llanto de sus hijos"; "El hambre y la miseria son insoportables", se puede leer en algunas de las pancartas pegadas en las ventanas y la puerta de la embajada de la ex colonia española.

¿Cómo se puede vivir con 200 pesetas al mes? En Rusia, con esta suma se pueden hacer muchas más cosas que en España, pero no se puede comer un mes entero. Con 200 pesetas en Moscú uno puede comprar tres kilos de patatas, o dos kilos de tomates, o un kilo de queso, o medio kilo de fiambre, o un pollo, o... "¿Que cómo podemos vivir? Pues no podemos. Todos estamos endeudados y ya nadie nos presta dinero", se lamenta José Luis Maguga, un médico que está haciendo sus cursos de posgraduado en San Petersburgo.

Las intimidaciones de que han sido objeto por parte de los funcionarios de la embajada, que les han amenazado con llamar a la policía rusa para expulsarlos de la sede diplomática, no han dado resultado. "Estamos decididos a permanecer aquí hasta obtener una ayuda del Gobierno. Ya no podemos soportar tanta miseria. Y queremos garantías de que en adelante se nos financiarán nuestros estudios", concluye Enrique.

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