25 niños condenados a la locura y la muerte por hormonas contaminadas en Francia
Otro sensacional escándalo sanitario acaba de estallar en Francia, cuando todavía está reciente el de la sangre contaminada con sida. Dos prestigiosos profesores, los doctores Jean-Claude Job, presidente de la Asociación France-Hypophyse, y Fernand Dray, antiguo responsable, en el Instituto Pasteur de París, de la fabricación de hormonas humanas de crecimiento, están siendo investigados por una juez que cree que hay elementos suficientes como para incriminarles por "homicidio involuntario".Ambos han podido inocular la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un proceso degenerativo del sistema nervioso central que no puede ni preverse ni tratarse, y que conduce a la locura y la muerte, a un número indeterminado de niños. De momento hay 10 muertos, y se habla de al menos 25 casos.
Los niños contaminados habían recibido hormonas de crecimiento procedentes de la hipófisis de cadáveres. Esas hormonas servían para corregir ciertos casos de enanismo. Dada la dificultad de procurarse suficientes hipófisis, las autoridades sanitarias las habrían comprado en Bulgaria y Hungría. Pero no controlaron las causas de los fallecimientos, que, al parecer, eran dudosas, ya que a menudo los cadáveres procedían de los servicios de neurología y de enfermedades infecciosas.
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