"Rominger sube mejor que lnduráin"
Pregunta ¿Admite que Rominger es el mejor amigo de Induráin?Respuesta No, aunque es cierto que Tony siente un profundo respeto por Miguel. Siempre me ha dicho que Induráin es todo un señor.
P. Pero en la carretera han trabajado juntos.
R. En absoluto. Cada un defiende lo suyo.
P. ¿No es una garantía de: podio ir detrás de Induráin?
R. Ojo, hay dos corredores que preceden a Tony: Mejía y Jaskula. El podio no está seguro.
P. ¿Quiere hacernos creer que no tiene negocios comunes con Echávarri en este Tour?
R. No cabe duda de que hay intereses comunes. Induráin es el más fuerte. Después, el segundo mejor es Rominger. A su lado hay otros dos o tres que pueden incordiar. Cuando empieza la montaña hay momentos en los que a Induráin y a Rominger les interesa acelerar para quitarse de encima enemigos.
P. Sin embargo, estamos cansados de oír las alabanzas de Echávarri hacia usted. Es, un poco sospechoso.
R. Si se echa la vista atrás, Rominger, posiblemente, sería ahora el líder del Tour. Ojo, el líder del Tour. Y si no lo fuera, sería un minuto y no más lo que le separaría del jersey amarillo. Hay que ser realista: podría ser líder. ¿Por qué no? Que me eche una flor un director objetivo como José Miguel significa que es realista. Él sabe que yo he partido con el 20% de potencial menos en la contrarreloj por equipos, que he tenido una sanción y que, para más inri, voy a una contrarreloj de 60 kilómetros, y al mío, que sale dos horas antes que los líderes, le cae una granizada de la de Dios durante tres kilómetros que lo deja descojonado. Después sale Induráin con la carretera seca y sin viento. ¿Qué es eso transformado en tiempo? No es que José Miguel me eche flores, es que es realista. Y que conste que no quiero echar la, vista atrás, porque si lo hago, ni duermo.
P. Así pues, usted es el único que cree que Rominger le podría ganar este Tour a Induráin.
R. Perfectamente. Y no soy el único. Creo que hay más: Echávarri, por ejemplo, o cualquiera que analice un poquito cómo ha comenzado el Tour.
P. Para que nos lo creamos, Rominger tendrá que atacar algún día a Induráin y superar ese minuto de margen que, según usted, les separa.
R. Lo que está claro es que Rominger es más fuerte que Induráin en la montaña. ¿Eso no lo pondrán en duda?
P. No está tan claro.
R. Ha ganado las dos etapas de montaña de los Alpes. Eso quiere decir algo, ¿no?
P. Sí, pero Induráin y Rominger llegaron juntos a la meta.
R. Sí, pero el resultado no engaña: el que ha ganado las dos etapas es el más fuerte.
P. ¿No hubo un reparto previo?
R.No hubo acuerdo. Ganar una etapa en el Tour es tan importante que dejar que se la lleve uno u otro es una tontería. Estamos en el Tour, no en una carrera de pueblo. Siempre lo he dicho: Rominger es el más fuerte del mundo en la montaña. En la Vuelta ha ganado en todos los altos de montaña y en el Tour ha vuelto a demostrarlo. Es puro análisis.
P. De acuerdo, pero nunca ha conseguido dejar atrás a Induráin.
R. No me importa. Tony ha ganado las dos etapas de los Alpes y hay que reconocer a cada uno lo suyo. Hay que reconocer a Induráin que en la contrarreloj es el mejor con diferencia, pero a Rominger hay que concederle que, hoy por hoy, es el corredor más fuerte en montaña. Eso no lo puede discutir nadie. Y el que lo haga es que es poco objetivo.
P. ¿No cree que debería decirlo cuando llegue a París?
R. Es algo independiente del resultado.
P. Da la impresión de que olvida lo que ha hecho Induráin en las montañas del Giro.
R. No se me olvida. Siento un profundo respeto por él. Induráin es un gran campeón en todos los sentidos. Pero hay que ser realistas en la carretera. No le demos a uno lo que no tiene ni le quitemos al otro lo que sí tiene.
P. ¿Está anunciando que Rominger va a ganar el Tour de 1994?
R. No lo sé, ojalá. Lo importante es que él ve que tiene posibilidades. Rominger no es un chaval, no le quedan muchos años, pero está claro que los que le quedan los va a aprovechar a tope. A partir de ahora se va a preparar para pruebas importantes, no para romerias. El corre para ganar. Ésa es una diferencia que ningún periodista ha recogido nunca. Es diferente a todos los corredores del mundo, diferente a Induráin, a todos.
P. Luego, a partir de ahora estará obligado a ganar el Tour.
R. Si se lo pide él mismo y se lo pide el equipo, sí.
P. Usted posee a uno de los mejores ciclistas del momento, pero hace dos años no era nadie como director.
R. Están equivocados. Los equipos nacen, se forman y, poco a poco, se hacen. El Clas Cajastur nació de la cantera y cuando yo entré era un equipo modesto. En 1992 despegó, hasta situarse en lo más alto del ciclismo internacional. En estos momentos, el Clas es uno de los mejores del mundo. Y Juan Fernández es el mismo técnico.
P. ¿Reconoce que a usted se le apareció la virgen vestida de Rominger?
R. Yo creo que a todos, no sólo a Juan Fernández. No hay más que analizar a Echávarri, a Saiz, a Mínguez... Esto va por rachas. Atraviesas una buena y te encuentras que tienes un corredor que es un líder, que contagia a todo el equipo y te hace pasar dos o tres años en lo más alto.
P. Pero la gente puede pensar que ser director es un cuento chino y que, con Induráin, por ejemplo, cualquiera puede ser bueno.
R. En absoluto. Induráin puede ser muy fuerte, pero que gane o no el Tour depende mucho de Echávarri.
P. ¿Juan Fernández ha descubierto a Rominger o Rominger nos ha descubierto a Juan Fernández?
R. Mutuamente. Siempre pensé de él que podía ser más corredor de lo que era. Cuando vino a nuestro equipo llegó con la mentalidad de ser un ciclista de cinco días. Aquí, con nosotros, es donde se ha producido su gran transformación.
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