Un desequilibrio que espera una corrección
Pedir a Tokio que frene el crecimiento de sus plusvalías comerciales es como pedirle al Sol que deje de salir. Las plusvalías se crean por multitud de causas.Una es la enorme productividad. El pasado proteccionismo japonés combina una ética del trabajo posfeudal (...) con una fuerte reinversión de los beneficios para darle a Japón una supremacía invencible en la mayoría de las industrias manufactureras. Los instintos colectivistas
también son un incentivo. La gran tasa de ahorro (...) es otro de los factores. (...) Superpuesto a todo ello está el ineficiente sistema fiscal, burocrático y financiero, que impide la movilización de grandes excedentes comerciales y de ahorro para obras públicas muy necesarias, lo cual estimularía la demanda doméstica e incrementaría las importaciones. Al final de la lista está la eterna queja de Occidente, y ahora de Clinton, de que los mercados japoneses están cerrados. A veces están cerrados; otras, están abiertos. (...)
Algunas de las barreras que sí existen podrían superarse si los occidentales intentasen con más ahínco dominar su lenguaje y cultura. (...) Las plusvalías comerciales deben ser recortadas, y rápido. (...) Lo que se necesita es una fuerte apreciación del yen. (...) Japón ha disfrutado durante décadas los frutos proteccionistas del desequilibrio. Ahora debería ser obligado a soportar el dolor. (...)
15 de julio
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