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González advierte que la crisis económica es muy grave

El líder socialista empleó 12 minutos en informar a la ejecutiva de la composición de su Gabinete

El presidente del Gobierno, Felipe González, anunció ayer a los miembros de la ejecutiva federal de su partido que la ocupación prioritaria de su nuevo Gabinete será lograr el pacto social de empleo. El líder socialista se mostró muy preocupado por la situación económica e incluso apuntó que en los próximos meses empeorará, por lo que el Gobierno dedicará todas sus energías, en su primera etapa, a arbitrar políticas que palien los efectos de la recesión. El presidente del Gobierno reconoció que no había sido posible convencer al PNV de que entrase en su Gabinete por falta de tiempo para pactar los detalles de una decisión de tanta envergadura, aunque se mostró esperanzado en la cooperación que pueda recibir tanto de los peneuvistas como de CiU.

La reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, convocada por Txiki Benegas para que Felipe González notificara la composición del nuevo Gobierno, duró sólo 12 minutos. González reconoció que había poco que informar porque ya estaba todo en la prensa y admitió, en tono de broma y de disculpa, que había pasado el mismo bochorno en su entrevista, poco antes, con el Rey La única novedad de la nota oficial era la nueva denominación del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, que ahora añade la de Medio Ambiente.Felipe González aprovechó la reunión para definir al nuevo Gobierno y explicar sus prioridades. Lo calificó como un Gabinete renovador y trabajador. Explicó la renovación en el sentido en que lo hizo durante la pasada campaña electoral, con abundancia de cambios y con la presencia de más independientes y mujeres. Según varios miembros de la ejecutiva, el secretario general del PSOE dijo: "Son personas que tienen muchas ganas de trabajar, lo que agradezco personalrnente mucho".

Pacto social, prioridad

El líder socialista, en su breve parlamento, afirmó que la tarea prioritaria del Gabinete iba a ser la consecución del pacto social de empleo y que a este objetivo se iban a dirigir todas las energías, dada la gravedad de la situación económica, de la que llegó a reconocer que empeorará más en los próximos meses. Anunció que su Gobierno retrasará las vacaciones, y precisó que habría dos o tres consejos de ministros en agosto, dedicados monográficamente a la política económica y al estudio de medidas para paliar la crisis.

Los miembros de la ejecutiva federal escucharon en silencio los comentarios de Felipe González, y tan sólo Carmen García Bloise tomó la palabra para desear al presidente del Gobierno acierto y éxito. Otro de los ejecutivos, el renovador Alejandro Cercas, se limitó a pedir al Gobierno más sensibilidad en materia de medio ambiente.

Alfonso Guerra no habló. Asistentes a la reunión reconocen la evidencia del contento de los renovadores y el dramatismo en el gesto de los guerristas. La ejecutiva conoció la composición del Gobierno por los medios de comunicación. No obstante, los dos miembros de la dirección socialista que han sido incluidos en el Gabinete, Juan Manuel Eguiagaray y Jerónimo Saavedra, recibieron felicitaciones.

Un miembro de la ejecutiva preguntó a González por lo sucedido en las negociaciones fracasadas con el PNV, y el jefe del Gobierno respondió que una decisión de esa naturaleza hubiera requerido un tiempo para la negociación con el que no contaban. Aún así se mostró esperanzado en que la colaboración tanto con CiU como con el PNV se mantenga en esta legislatura.

El presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, tuvo una breve intervención en la que puso de relieve su preocupación máxima: la demanda de la máxima coordinación entre partido, Gobierno y grupo parlamentario. Solchaga insistió en que la situación ha cambiado: "En anteriores legislaturas, gracias a la mayoría absoluta del PSOE, no había lugar a la sorpresa ni en votaciones ni en decisiones, pero esta situación ha desaparecido y ahora se requiere una gran agilidad para reaccionar ante situaciones imprevistas".

No hubo más. Sólo semblantes serios en los ejecutivos del sector guerrista, empezando por el vicesecretario general, y caras de satisfacción entre los renovadores. Por primera vez desde que el PSOE ganó las elecciones en 1982, la ejecutiva no ha tenido ni la menor participación en la elaboración del Gabinete de González.

Cambios en Presidencia

El cambio de Gobierno va a tener su reflejo en el equipo político de la Presidencia. El director del gabinete de la Presidencia, Roberto Dorado, no continuará en su cargo. Dorado, un hombre muy próximo a Alfonso Guerra, fue nombrado director del gabinete presidencial en el primer Gobierno socialista. Tras la dimisiín de Guerra y el posterior nombramiento de Narcís Serra como vicepresidente, en marzo de 1991, fue confirmado en el cargo.

Fuentes gubernamentales aseguran que Dorado aún no tiene sucesor. Su nombramiento se vincula a los ajustes que habrá que realizar en La Moncloa, con la creación del nuevo Ministerio de la Presidencia, cuyo titular es Alfredo Pérez Rubalcaba, y la definición del papel de la ex ministra portavoz Rosa Conde.

Los ministros salientes o que han cambiado de cartera se dedicaron ayer a explicar a sus sucesores las líneas generales de sus ministerios. Javier Gómez Navarro, ministro de Comercio y Turismo, señaló que en estos momentos es importante "estar lo más cerca posible de los empresarios exportadores y turísticos".

Jerónimo Saavedra, nuevo ministro para las Administraciones Públicas, dijo que "es necesario dar un avance muy considerable para completar el proceso de transferencias a las autonomías de vía lenta". También adelantó que es partidario de establecer una fórmula de corresponsabilidad fiscal para las autonomías "siempre que se determinen mecanismos que garanticen la solidaridad".

El nuevo ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, señaló que "el terrorismo es, sobre todo, propaganda, aunque es difícil determinar el producto que tratan de vender".

Carlos Solchaga echa humo

El presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga, estrenó ayer asiento en la ejecutiva del PSOE y, en consecuencia, demostró desconocer las costumbres del órgano directivo del partido.Sentado a un metro del vicesecretario general, Alfonso Guerra, el nuevo presidente del grupo socialista no paró de fumar cigarrillos rubios durante el cuarto de hora que duró la sesión, en una sala en la que, durante las reuniones de la dirección, no se fuma por orden estricta del propio Guerra, que ayer aguantó pacientemente la humareda.

A Carlos Solchaga nadie le había informado que, hace unos meses, en una de las sesiones de la comisión ejecutiva, en medio de un intenso debate, el secretario general del PSOE, Felipe González, sacó un pitillo para fumar.

Inmediatamente, Alfonso Guerra le recordó a Felipe González la prohibición de fumar en las reuniones de la ejecutiva. Acto seguido, Felipe González se levantó y se dirigió al pasillo para fumarse el cigarrillo. Otros miembros de la ejecutiva suelen hacer lo mismo. Cuando la sesión es larga, los adictos al tabaco entran y salen de la sala.

Miembros de la ejecutiva recuerdan que Guerra ha conseguido igualmente que en las reuniones del comité federal, que reúne a casi doscientas personas, tampoco se fume.

En el último Comité Federal de las Juventudes Socialistas, Guerra, ante la fruición con la que los jóvenes socialistas se entregaban al tabaco, les invitó a que imitaran a los mayores y se abstuvieran de fumar en las reuniones de trabajo.

Alfonso Guerra no le hizo ayer el recordatorio a Carlos Solchaga, quizás porque sabía que la sesión iba a ser muy corta y tenía decidido no tomar la palabra. Pero quizás también porque es consciente de que los tiempos han cambiado y son otros, y no él, quienes empiezan a pisar fuerte en el terreno que él dominaba.

A pesar de la escasez de turnos de palabra, el secretario de organización, Txiki Benegas, sí la tomó, pero no fue para referirse al Gobierno, sino para dar cuenta de su área. En este caso aludió a un conflicto del partido en Alcira, donde la ejecutiva federal nombrará una gestora que sustituirá a la dirección local.

No asistieron a la reunión de la dirección socialista Raimon Obiols, Ramón Aguiló, Manuel Chaves, Carmen Hermosín, José Angel Fernández Villa, Matilde Fernández y Josefa Pardo.

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