Convergència y Unió Democrática restan autonomía política a Roca en Madrid
El Grupo Parlamentario de Convergéncia i Unió (CiU) carecerá de la autonomía política que ha tenido en anteriores legislaturas y sus decisiones quedarán supeditadas a lo que previamente decida el comité de enlace entre Convergència Democrática (CDC) y Unió Democrática (UDC), los dos partidosde la coalición. La medida, tomada anteayer en el comité de enlace de CiU, tiene como objetivo prioritario "atar corto" al presidente del grupo parlamentario, Miquel Roca, y evitar "la política de hechos consumados" que han denunciado en varias ocasiones el presidente de CDC, Jordi Pujol, y el democristiano Josep Antoni Duran Lleida.
La decisión tiene un gran calado político, al restar protagonismo a Roca en Madrid y reducir su papel al de portavoz parlamentario. "En Madrid todos saben que Anasagasti [portavoz del PNV] no es interlocutor, sino que es un enviado de Arzalluz", indicó un dirigente de CiU alejado de la postura política de Roca. "Pues bien, Roca debe hacer de Anasagasti, no de Arzalluz", agregó el citado dirigente.En la reunión del comité de enlace de CiU, Roca no planteó batalla sobre la merma de autonomía del grupo parlamentario que él preside y se limitó a constatar los cambios que sobre la marcha tratan de introducir las direcciones de Convergència y de Unió en su funcionamiento. De hecho, Miquel Roca ha comentado a sus más directos colaboradores que no tiene ganas de abrir una nueva batalla con Pujol como la desarrollada el pasado invierno y que se saldó con un alejamiento entre ambos aún no superado. Roca, tras la decisión de los dos partidos coligados de recortar sus competencias en Madrid, incluso ha ironizado sobre la cantidad de horas libres que le quedarán y su disposición a aumentar en el próximo curso su dedicación como profesor de la Universidad Pompeu Fabra.
El comité de enlace de Convergència i Unió registró una viva discusión entre el secretario general de CDC, Miquel Roca, y el consejero de. Economía, Maciá Alavedra, sobre la continuidad de la comisión constituida por el PSOE y los nacionalistas catalanes para estudiar las coincidencias de los respectivos programas electorales. Roca era partidario de congelar paulatinamente dicha comisión y enfocar las conversaciones de una manera más individualizada con los interlocutores gubernamentales.
Asuntos más políticos
Propuso que fuera Alavedra el que abordara directamente la cuestión de la corresponsabilidad fiscal sin pasar por la mesa de negociación que han constituido el PSOE y CiU. O bien que en otros asuntos más políticos fuera el propio Roca el que los negociara directamente con los socialistas.
Alavedra, quien previamente a la reunión del comité de enlace había conversado con Pujol, rechazó esta posibilidad y defendió que la comisión era la mesa de negociación adecuada para abordar las varias cuestiones -fueran económicas o políticas- y para garantizar que las discusiones se realicen de manera efectiva entre los tres partidos: PSOE, CDC y UDC. La contundencia de Alavedra evitó la intervención de Pujol y zanjó el debate. La comisión entre el PSOE y los nacionalistas catalanes se volverá a reunir en un plazo máximo de dos semanas, tiempo en el que parece probable que el nuevo ministro de Economía, Pedro Solbes, haya mantenido una primera reunión con Pujol.
Como ya ha sucedido en otras ocasiones, las direcciones de Convergència y de Unió evitaron tratar las cuestiones conflictivas entre los dos partidos, que se han producido desde la última reunión de ambas direcciones. Así, el lunes no se abordaron las críticas que en el último comité ejecutivo de CDC se vertieron hacia Unió y en el que uno de sus miembros, Ramon Juncosa, llegó a comparar a los democristianos con "una agencia de viajes, de colocación y de publicidad". Tampoco se criticó que UDC enviara a la reunión de CiU con el PSOE a dos representantes en lugar de uno, como se le pidió.
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