Todos contra el bosque
¿Se imaginan un bosque tan frondoso que a su suelo nunca lleguen los rayos del sol y por el que una persona tendría que abrirse paso con un machete? ¿Se imaginan un gigantesco laboratorio de vida repleto de trinos y con un suelo casi siempre encharcado? ¿Y si ahora les digo que un bosque así existía (aún queda un poquito) a tan sólo 100 kilómetros de Madrid?Se trata de un bosque de ribera a orillas del río Alberche, en el término municipal de Navaluenga, en Ávila. La avaricia y la mezquindad humana lo han arrasado y lo han convertido en un monocultivo de chopos. Curiosamente, a unos centenares de metros de este lugar y en la orilla opuesta, no existe ningún tipo de vegetación, pero aquí no se planta nada. Considero que nos quedan tan poquísimos bosques naturales que su conservación debe ser absoluta y su destrucción es una aberración que pagarán caro las generaciones futuras.
¿Qué pasaría si derribaran la catedral de Burgos para edificar un centro comercial, lujoso y, sobre todo, lucrativo? Las comparaciones son odiosas, pero en este caso me parece que ésta está completamente justificada-
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