El PNV responderá antes del sábado sobre su entrada en el Gobierno en coalición con el PSOE
El PSOE, ofreció formalmente ayer al PNV la participación en el Gobierno con la titularidad del Ministerio de Industria. En la reunión que: mantuvieron delegaciones de ambos partidos en el palacio de la Moncloa, los nacionalistas vascos se comprometieron a responder al presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, antes del fin de semana, sobre su incorporación al Ejecutivo. El presidente portavoz del Grupo Parlamentario del PSOE, Carlos Solchaga, manifestó al término de la reunión que existían "puntos de vista compartidos en orientaciones de gobierno" entre su partido y el PNV.
Cinco horas duró la primera reunión entre ambas delegaciones para estudiar las coincidencias programáticas y acordar el grado de colaboración de los nacionalistas vascos con el Gobierno que González trata de formar antes del próximo 14 de julio.Sobre la mesa quedó una oferta formal del PSOE: la participación del PNV en el Gobierno haciéndose cargo de la cartera de Industria. Aunque en la reunión de ayer no se habló de personas concretas, el PNV se inclina por un hombre con carné del partido. Fuentes nacionalistas apuntan al dirigente nacionalista Juan María Ollora para dirigir el ministerio. Ollora, ex diputado general de Álava y ex consejero de Economía en el Consejo General Vasco durante la preautonomía, forma también parte de la delegación del PNV.
Asistieron a la reunión por parte socialista, el portavoz parlamentario, Carlos Solchaga; el ministro de Obras Públicas en funciones, José Borrell; el ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, y el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas.
Por parte nacionalista asistieron el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti; Juan María Ollora, y el titular de Hacienda del Gobierno vasco, José Luis Larrea, en sustitución del vicepresidente del Ejecutivo autónomo vasco y titular de Industria, Jon Azúa, que se encuentra enfermo.
Anasagasti y Solchaga coincidieron al finalizar la reunión en la existencia de "puntos de vista compartidos en orientaciones de Gobierno".
Anasagasti manifestó que la dirección del PNV iba a convocar de forma inminente a la asamblea nacional del partido -el máximo órgano de los nacionalistas vascos- para adoptar una decisión. Reconoció que ambas delegaciones dedicaron la mayor parte de la sesión a estudiar la "grave situación económica por la que atraviesa el país y la necesidad de afrontar con un Gobierno sólido y un apoyo parlamentario suficiente la recesión y los retos europeos".
En este punto crucial, los nacionalistas vascos expresaron a la delegación socialista su "total apertura" a las fórmulas más convenientes, incluida su presencia en el Gobierno. Los nacionalistas vascos, dada la premura de tiempo que existe para formar Gobierno -menos de una semana-, se comprometieron a plantear esa posibilidad ante su asamblea nacional.
En la sesión negociadora se plantearon también los retos del proyecto europeo, el impulso democrático y el desarrollo del Estatuto de Gernika. La delegación socialista expuso a los representantes del PNV su intención de mejorar el funcionamiento de las instituciones. Tanto en este punto como en los retos europeos, la coincidencia entre ambas delegaciones fue total.
Coincidencias autonómicas
También hubo coincidencias entre ambas delegaciones en la cuestión autonómica. Los problemas llegaron muy desbrozados a la mesa de la reunión, desde el momento en que el Parlamento vasco aprobó la pasada semana una resolución, con el apoyo del PNV y del Partido Socialista de Euskadi, en la que exige que en el curso de esta legislatura se completen los traspasos de 53 competencias recogidas en el Estatuto de Gernika.
El representante de la delegación nacionalista vasca insistió en que no habían planteado el tema autonómico sólo desde el punto de vista vasco, sino del conjunto de las autonomías.
Solchaga se refirió a este tema, llamando especialmente la atención sobre el grado de aproximación alcanzado y sobre el tono de la reunión, alejado del cambalacheo político. "Cualquier acuerdo entre nuestras dos fuerzas políticas no nace de una contraprestación, de una transacción, sino de un análisis para hacer frente a los problemas generales del país", aseguró Solchaga.
"Mucha satisfacción"
"Larga y grata reunión", dijo el dirigente nacionalista vasco Iñaki Anasagasti. "Mucha satisfacción", manifestó instantes después el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Carlos Solchaga. A los cabezas de las delegaciones nacionalista vasca y socialista les sobraban las palabras. Sólo con ver sus caras al dirigirse al estrado desde el que hicieron sus declaraciones se notaba que la reunión de cinco horas había sido fructífera.El éxito de la negociación le permitió a Solchaga, expresar delante de Anasagasti algo que no pudo hacer la pasada semana, tras reunirse con la delegación nacionalista catalana: "No hemos hablado de transacciones y de contraprestaciones, sino de cómo resolver los problemas generales del país".
Ciertamente, la autonomía vasca está más encauzada que la catalana. Los vascos tienen un sistema financiero, el concierto, que funciona favorablemente. Los catalanes tienen aún pendiente por resolver el problema de la financiación. Los nacionalistas vascos llevan, además, gobernando con los socialistas en el País Vasco desde 1987. Y fruto de ello es un amplio acuerdo en materia autonómica, recientemente consagrado.
Puestos a reclamar en materia gubernamental, el PNV quiere el Ministerio de Industria, y para ese cargo apuesta por un hombre de partido, con carné. El candidato más probable para este cargo estaba sentado ayer en la mesa con la delegación nacionalista: el economista Juan María Ollora, que compartió el Gobierno preautonómico vasco en 1979 con Carlos Solchaga.
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