Arrepentirse de ser 'arrepentido'
Abu Merced, el principal testigo en España contra Monzar Al Kassar, presentó la pasada semana ante el juez de guardia de la Audiencia Nacional un escrito en el que rectifica sus acusaciones contra el millonario y traficante de armas sirio.El documento, que consta de un solo folio manuscrito en lengua árabe, fue entregado en el curso de una comparecencia ante el juez Carlos Dívar, quien ordenó su traducción y su remisión al juzgado central número 5 para su incorporación a la causa contra Al Kassar.
Abu Merced también ha informado a la Audiencia Nacional de su deseo de cambiar de abogado. Tanto la ratificación del escrito en el que modifican las acusaciones contra Al Kassar como la de su nueva defensa se realizarán la próxima semana.
Cinco millones de dólares
El cambio en la declaración de Abu Merced no ha sorprendido en medios jurídicos, ya que había anunciado que así lo haría si Al Kassar quedaba en libertad. Además, a mediados del pasado mes de febrero, Abu Merced ofreció a un cuñado de Al Kassar cambiar su testimonio a favor del traficante a cambio de cinco millones de dólares.Merced acusaba a Al Kassar de financiar el terrorismo del Frente de Liberación de Palestina y de haber facilitado las armas utilizadas en el secuestro del Achille Lauro. Funcionarios de la cárcel de Ávila interceptaron en septiembre de 1992 una cinta magnetofónica que le habían hecho llegar a Merced sus abogados. Al traducirse la cinta se descubrió que había sido grabada en la prisión por el propio Abu Merced, y que en ella indicaba a Al Kassar y su familia que no se preocupasen, que tenía intención de desdecirse de sus acusaciones anteriores a cambio de cinco millones de dólares.
La cinta fue sacada de la prisión por el hijo de un recluso, escuchada por un cuñado de Al Kassar en el despacho de los abogados de Merced y devuelta por éstos a la prisión, donde fue intervenida. Abu Merced apuntó en su día como móvil de su actitud el temor que tenía a las represalias por parte de Al Kassar.
Por otra parte, Ismail Jalid, otro de los testigos de cargo contra Al Kassar, que falleció en Marbella el 28 de septiembre de 1992 al caer de un cuarto piso, no se suicidó, en contra de lo que se pensó en un principio, sino que fue asesinado, según apuntan los últimos informes periciales que han determinado que Jalid estaba en coma etílico cuando murió.
El ex juez Baltasar Garzón mostró ayer su desconformidad con el auto de libertad bajo fianza de Al Kassar. "Hay un riesgo evidente de que no comparezca a juicio", dijo. "Además, suelto, es muy peligroso", añadió.
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