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Conchita Martínez rompe todas sus barreras

Alex Martínez Roig

Conchita Martínez (la sexta cabeza de serie), de 21 años de edad, rompió al fin el síndrome Arantxa. Siempre a su sombra, Conchita se quitó ayer de encima ese tapón que frenaba su carrera. Ganó por 6-1 y 6-4 (1h 12m) a la checa Helena Sukova (15ª), que había eliminado a Arantxa Sánchez. Mañana luchará con Steffi Graf (Alemania, 1ª) en una semifinal. Nunca ha podido ganarla. Conchita es ya el tercer mejor representante español en el torneo de tenis de Wimbledon: tras Manolo Santana (ganador en 1966) y Lilí Álvarez (finalista en 1926, 1927 y 1928). El otro duelo lo protagonizarán Martina Navratilova (Estados Unidos, 2ª) y Jana Novotna (República Checa, 8ª).

RESULTADOS

Graf (Alemania, 1ª)-Capriati (EE UU, 7ª): 7-6 (7-3) Y 6-1. Martínez (6ª)-Sukova (República Checa 15ª): 6-1 Y 6-4. Novotna (República Checa, 8ª)-Sabatini (Argentina, 4ª): 6-4 Y 6-3. Navratilova (EE UU, 2ª)-Zvereva (Bielorrusia): 6-3 Y 6-1.

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Conchita Martínez ha cambiado y ha recibido su recompensa. Siempre se ha dicho que su talento era enorme, que su derecha sólo era comparable en el circuito a la de Steffi Graf. Pero siempre se acompañaban esas virtudes de unos graves defectos. A Conchita no le gustaba trabajar ni tampoco sufrir en la pista. Eso es lo que ha cambiado. En Wimbledon, un torneo que sólo juega por segunda vez y en el que ni ella misma creía en su éxito, se ha plantado, por primera vez en su carrera, en las semifinales. Es el mejor resultado en una competición del Grand Slam en toda su carrera.Hasta ahora había llegado a los cuartos de final de Roland Garros (desde 1989 hasta 1992) y a los del Open de Estados Unidos (1992). Nunca había superado esa barrera, más mental que deportiva. Conchita se conformaba con alcanzar su objetivo mínimo.

Eso ha cambiado en 1993. Con Eric van Harpen como entrenador (su relación fue tempestuosa, pero ha sido muy eficaz para la aragonesa), Conchita demostró que algo había variado cuando ganó a Martina Navratilova, Mary Joe Fernández y Gabriela Sabatini en el torneo de Roma. En Wimbledon, además, ha sabido sufrir para ganar. El lunes estuvo al borde de la retirada por problemas estomacales. Ayer tuvo un segundo set durísimo y lo luchó hasta el final.

El holandés Van Harpen ya tenía muy claro cómo debía jugar Conchita mientras veía cómo Sukova ganaba a Arantxa. "Tiene que enviar las bolas al revés corto y muy bajas" dijo Van Harpen, "y no intentar superarla con globos. Los passing deben ser paralelos para hacer el mayor daño posible". Era justo lo contrario de lo que estaba haciendo Arantxa, en ese momento.

La estrategia de Van Harpen funcionó a la perfección en el primer set. Sukova se hartó de subir y, una y otra vez, miraba hacia la derecha o hacia la izquierda viendo cómo la bola la superaba con un vuelo paralelo. Fue una pequeña lección de tenis que Conchita ejecutó en 23 minutos y que rubricó con un ace. La batalla se produjo en la segunda manga. Sukova tiene 28 años y una larga experiencia en el circuito. Sabía que, si seguía así, iba a perder por goleada. Se plantó en el fondo de la pista y comenzó a mover a Conchita. Serían los nervios o un vacío de concentración, pero el partido cambió después de que la española perdiese tres oportunidades de romper el servicio de Sukova en el juego inicial. La checa se marchó con 3-1 rompiendo dos veces el saque de Martínez y cediendo una vez el suyo.

Los juegos claves

Y llegaron los dos juegos claves, el quinto y el sexto. En el primero, Sukova sacó para escaparse por 4-1, una ventaja psicológica. Conchita resistió y resistió. Hasta 24 puntos se disputaron en ese juego. Las dos sabían que el partido estaba decidiéndose. Sukova tuvo siete ventajas para el 4-1. Conchita las salvó todas y aprovechó su cuarta oportunidad para colocar el 3-2. En el siguiente juego, Sukova se escapó con 0-40. Conchita, elevando su nivel cuanto mayor era la presión, salvó esas tres ventajas de la checa y otras dos más y logró igualar: 3-3. Sukova se rindió.La intensidad enorme de esos juegos se decantó hacia el lado de una Conchita con más recursos y más ambición. Incluso soltó un "¡vamos!", un grito mucho más caro de escuchar en su boca que en la de la más expresiva Arantxa. El partido se cerró cuando le rompió el servicio a Sukova en el noveno juego y ya sólo tuvo que mantener el suyo. Los nervios sólo la traicionaron en la primera bola de partido, con la que cometió una doble falta. En la segunda no falló.

Conchita se encontrará en una de las semifinales con Graf, cuatro veces ganadora de Wimbledon, que ayer tuvo sus primeros problemas en esta cita. Llegó a ser dominada por Jennifer Capriati (EE UU, 7a) por 5-3 en la primera manga e incluso salvó, una bola de set en contra. Logró darle la vuelta al parcial y, tras ganar el desempate por 7-3, encarriló un fácil segundo set.

En los otros partidos destacó la derrota de Gabriela Sabatini (Argentina, 4ª) ante Jana Novotna (República Checa, 8ª). Sabatini suma así una nueva decepción a su pésimo momento. En Roland Garros cayó en los cuartos de final ante Mary Joe Fernández (EE UU) después de tener el partido ganado. La rival de Novotna en las semifinales será Martina Navratilova, que venció a Natalia Zvereva (Bielorrusia). Navratilova, de 36 años, está a sólo dos pasos de su décimo título de Winmbledon.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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