Suráfrica, al borde de una nueva crisis tras un ataque armado de la ultraderecha blanca
El proceso democrático surafricano entró ayer en una grave crisis tras un ataque armado de centenares de ultraderechistas blancos contra los locales del centro de conferencias internacionales de Johanesburgo, donde se hallaban reunidos los negociadores que discuten el futuro político del país. Los asaltantes, que reclamaban el mantenimiento de un Estado blanco, utilizaron un vehículo blindado para romper los cristales del edificio.El líder negro Nelson Mandela, del Congreso Nacional Africano (ANC), reaccionó de manera fulminante tras el ataque y amenazó con reanudar la lucha armada si los dirigentes de la extrema derecha no son detenidos inmediatamente, entre los que citó al general Constand Viljoen, antiguo jefe de las Fuerzas Armadas surafricanas, y Ferdie Harzenberg, presidente del Partido Conservador (extrema derecha parlamentaria). Mandela advirtió al presidente Frederick de Klerk con armar nuevamente el Umkhonto We Sizwe (MK) "para defender a los negociadores". El MK, brazo armado del ANC suspendió su lucha armada en 1990.De Klerk anunció poco después que en las próximas horas se practicarán detenciones, pero excluyó actuar contra los dirigentes como tales, como exigía Mandela. En el ataque de ayer participaron seguidores del Frente Nacional Afrikaner (ANF) encabezados por militantes armados del Movimiento de Resistencia Afrikaner (AWB), que vestían uniformes militares y exhibían enseñas nazis. Los asaltantes profirieron consignas en favor de un Estado blanco y cantaron el himno Die Stem, que para los negros es el símbolo de la represión blanca.
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