Una espera incierta
La Bolsa acusó ayer con una sustancial bajada la incertidumbre política y económica que vive el país. Los inversores decidieron recoger beneficios en estos niveles altos y esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Las dificultades para formar un Gobierno de coalición con los partidos nacionalistas -más partidarios de reducir pronto los tipos de interés- ha enfriado el optimismo de las últimas semanas.En la misma línea, el cierre en banda del Bundesbank en contra de acelerar las rebajas de tipos y, sobre todo, en contra de que nadie desde fuera le imponga un ritmo al respecto, ha extendido el pesimismo en las bolsas europeas. Los inversores temen que las autoridades alemanas, en un intento por dejar claro quién sigue marcando la política monetaria en Europa, dejen invariable el precio oficial del dinero en el próximo consejo del banco central el 1 de julio, el último antes de las vacaciones de verano. Mientras no se despejen estas dudas, la bolsa se mantendrá plana, con un límite de caída en el 255%, nivel en el que fluctúa desde mediados de mayo.
El índice general cayó 3,41 puntos hasta los 258,60. Las eléctricas registraron el retroceso más fuerte (4,48 puntos) afectadas por la fortaleza del dólar, que encarece su abultada deuda en divisas.
En Europa, Londres volvió a caer ligeramente, un 0,25%, París un levísimo 0,09% y tan sólo Francfort subió un 0,53%. Nueva York cerró prácticamente igual con un modestísimo avance de 0,28 puntos hasta los 3.490,89.
