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El sexo en las ordenanzas

La Marina de EE UU distnbuye entre sus unidades un código que define el acoso sexual

Antonio Caño

¿Qué es acoso sexual? ¿Cuándo una mujer puede considerarse víctima de presiones sexuales inaceptables por parte de sus compañeros o de sus jefes? Las respuestas a estas preguntas han sido durante mucho tiempo, especialmente con ocasión del escándalo del juez Clarence Thomas y Anita Hill, un dificil tema de polémica en Estados Unidos. Ahora, la Marina norteamericana, interesada en ofrecer una imagen de protección a sus mujeres oficiales, ha elaborado un código en el que, de manera sencilla, mediante el uso de los tres colores de un semáforo, una mujer podrá saber con certeza si alguno de los hombres a su alrededor ha rebasado la luz roja del acoso sexual. Este código ha sido distribuído ya en todas las unidades.Ejemplos: un compañero te invita a salir alguna noche (ningún peligro, luz verde), un compañero insiste en que salgas con él después de varias negativas (terreno comprometido, luz amarilla), un superior utiliza su posición para obligarte a salir con él (acoso sexual, luz roja). Un compañero te dice: "Hola, ¿cómo estás?" o "¿tuviste un buen fin de semana?" (correcto, luz verde); un compañero te cuenta chistes verdes, te escribe poemas que no le has solicitado o utiliza un lenguaje soez (atención, luz amarilla); un compañero te envía mensajes obscenos o te ofrece calendarios o carteles explícitamente pornográficos (denuncia inmediata, luz roja). Un compañero te da un consejo sobre tu aspecto o sobre tu trabajo (normal, luz verde), un compañero invade tu espacio personal (cuidado, luz amarilla), un compañero te ofrece ayuda a cambio de favores sexuales (acoso, luz roja). Un compañero te da la mano o se te aproxima físicamente de forma caballerosa (todo en orden, luz verde), un compañero se toca de forma obscena o se sienta de manera escandalosa (alerta, luz amarilla), un compañero te arranca un beso a la fuerza o te viola (no hay duda, luz roja).

Este código, que, por primera vez, establece normas precisas en un terreno que antes se consideraba exclusivamente definido por las apreciaciones de cada hombre y cada mujer, advierte explícitamente: "La intención de la persona que comete el acoso sexual no es el único factor que decide en estos casos. La forma en que ese comportamiento o ese chiste es interpretado por el recipiente o por otras personas en el lugar de trabajo también determínala existencia de acoso sexual".

Aunque algunos oficiales de la Marina se han burlado públicamente de estas normas, el jefe de la Oficina de Información de la Armada, el contralmirante Kendell Pease, ha advertido que ese código debe ser tomado tan en serio como los que especifican la forma correcta del saludo militar o la indumentaria adecuada de un buen marino.

El hecho de que haya sido redactado de una manera tan elemental no tiene mayor intención que, como debe ser en el Ejército, cada soldado entienda con claridad cuál es exactamente el comportamiento que debe tener con su compañera.

Una organización de mujeres en las Fuerzas Armadas ha aplaudido esta iniciativa, aunque se queja de que algunas actitud es, como "una atención educada" "una conversación amigable!' o "un tocamiento que no puede ser percibido como sexual", tengan luz verde, cuando deberían haber sido marcadas con luz amarilla.

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