Marilyn Monroe
no se suicidó como pretenden algunos, sino que murió accidentalmente por incompatibilidad de dos fármacos que le recetaron al mismo tiempo dos médicos distintos. Esa es la tesis defendida por el teólogo y biógrafo norteamericano Donald Spoto en su último libro, dedicado al mito de la pantalla. "No se puede hablar de suicidio. La autopsia indica que el intestino grueso estaba fuertemente teñido, de lo que se deduce una ingestión vía rectal de somníferos y tranquilizantes", afirma Spoto en declaraciones que publicó el pasado sábado el diario Die Presse, de Viena. Según Spoto, la dependencia de Marilyn de todo tipo de tabletas le provocó un estreñimiento crónico contra el que la actriz luchó mediante el empleo cada vez más frecuente de lavativas.Para reducir su dependencia del barbitúrico Nembutal, su psiquiatra, el doctor Greenson, le recetó como somnífero hidrato de cloral, pero otro médico le siguió administrando Nembutal sin conocimiento de su colega. La tarde anterior a la muerte en 1962, pese a observar que la actriz aparecía como atontada, Greenson le suministró hidrato de cloral sin pensar que era incompatible con el otro barbitúrico.
La trágica historia de la muerte de Marilyn es, según Spoto, que la administración por vía rectal de hidrato de cloral puede ser mortal si el paciente ha tomado inmediatamente antes Nembutal. La tesis de Spoto es que "a Marilyn la redujeron al silencio definitivo aquellos de quienes dependía totalmente y que se habían propuesto como tarea salvarla", no por motivos altruistas, sino "por egoísmo, para poseerla y dominarla".-
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