Los serbios o de Krajina votan para unirse a los de Bosina

El Cobierno de Zagreb no intervino militarmente para impedir la celebración del referéndum, iniciado ayer, sobre la secesión de Krajina (una región de Croacia de 14.000 kilómetros cuadrados ocupada por Serbia desde 1991) y su unificación con la autoproclamada república serbia de Bosnia. "No vamos a lanzar una operación militar", aseguró el primer ministro croata, Nikica Valentic, al calificar el referéndum de "provocación".Las urnas abrieron ayer a las siete de la mañana para que un número indeterminado de electores -Krajina contaba con 600.000 habitantes antes del inicio de la guerra- conteste afirmativamente a la pregunta: "¿Está usted a favor de la soberanía de la república serbia de Krajina y de su integración con la república serbia de Bosnia y otros Estados serbios?". Los organizadores esperan que más de un 95% de los votantes marquen el sí en la papeleta. El referéndum dura dos días.

Además de las papeletas distribuidas en Krajina misma, otras 250.000 fueron enviadas a Serbia y al extranjero para que todos los ciudadanos originarios de Krajina y los hijos de los oriundos de esta región aprueben la integración bajo el lema: "Un pueblo, una voluntad, un Estado". La comisión electoral en Knin, sede administrativa de Krajina, aseguró que más de un 60% del electorado cumplió con su deber antes de la tarde de ayer.

Hace dos años, los habitantes de Krajina ya votaron por la integración con Serbia, pero el presidente de esta república, Slobodan Milosevic, no se dio por aludido. De hecho, el presidente serbio repitió en Ginebra, el miércoles pasado, que las autoridades de Krajina deberían arreglar sus disputas con Zagreb, dejando entender así que no reconocería la secesión.

Las consecuencias del referéndum en Krajina no dependen tanto del recuento de las papeletas como de las negociaciones entre Milosevic y el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, quien ha perdido el control de una tercera parte del territorio de su país.