La Federación veta los marcadores simultáneos y el uso de relojes de campo

La Federación de Fútbol ha establecido para la última jornada de la Liga, decisiva para resolver el campeón y los ascensos y descensos, una serie de medidas de obligado cumplimiento, pese a no figurar en el reglamento. En realidad se trata de prohibiciones testimoniales que recuerdan tiempos pasados en los que intentó impedir la transmisión por radio de los encuentros para que el conocimiento del resultado de algunos partidos no influyese en los de los otros. Ahora la Federación pretende resolver esos problemas prohibiendo los marcadores electrónicos con los resultados simultáneos de los partidos, los relojes de campo para que no creen confusión a los árbitros y jugadores en la medida del tiempo y cualquier acto que retrase el inicio del encuentro.La Federación va a contar con policía propia para vigilar el cumplimiento de las instrucciones. Ha designado a varios directivos del presidente, Ángel María Villar, y funcionarios federativos para que se encarguen de inspeccionar los campos de juego y acompañar a los árbitros de los encuentros decisivos.

Los partidos que tendrán delegado federativo son: Tenerife-Real Madrid; Barcelona-Real Sociedad; Sporting-Sevilla; Albacete-Celta; Logroñés-Cadiz y Atlético-Zaragoza, en Primera División; en Segunda: Palamós-Valladolid; Barcelona-Athletic; Merida-Mallorca; Éibar-Compostela; Racing-Castellón y Real Madrid-Figueres. La federación gastará varios millones de pesetas en esta función al pagar a cada delegado 18.000 pesetas de dieta, así como sus gastos de viaje y estancia.

Los transistores

La excusa de estas medidas, desconocidas hasta ahora con tal intensidad, es "salvaguardar el buen orden deportivo" y "contribuir al mejor desarrollo de la última jornada", como expone el secretario de la Federación en la circular que con fecha del pasado 16 envió a todos los clubes de Primera y Segunda División. "Si la Federación no hace nada, nos acusan de que se cruza de brazos", confesó un dirigente federativo, consciente de que la prohibición de los marcadores simultáneos no tiene efecto alguno ya que las grandes cadenas de radio van a informar en directo de todos los partidos.

Bastará, pues, que exista en cualquiera de los campos un transistor para que el Barcelona conozca inmediatamente lo que sucede en el Tenerife-Real Madrid o al revés. La situación se puede repetir en los encuentros con la clasificación para la Copa de la UEFA en juego o en los que se dirima la promoción o el ascenso a Primera División. "Se trata de dificultar un poco esa postura de actuar en función de lo que haga el vecino", resume un funcionario federativo.

El posible incumplimiento de estas medidas, por otro lado, puede quedar en agua de borrajas porque no figura en los reglamentos de la Federación y, por lo tanto, no están sujetos a sanción alguna.