Asomados a la ruina
Una pareja con dos niños y otra con uno y el segundo en camino se negaron ayer a desalojar el piso que ocuparon el pasado otoño en la colonia Ferrando, de Orcasitas. La casa, expropiada por el Ayuntamiento, llevaba años vacía. Hubo que pintar, limpiar, arreglar y matar muchas cucarachas. En marzo recibieron la orden de desalojo porque el edificio amenaza ruina. Antes habían caído otras muchas casas de esta vieja barriada, donde se prevé una gran operación urbanística. Las dos familias han resistido allí porque no saben adónde ir. Una de ellas pagaba en un piso de alquiler 75.000 pesetas. Con el primer revés laboral -él, camionero en paro; ella, limpiadora por horas- se quedaron sin dinero y se vieron en la calle. El consistorio les ofrece una pensión y una pequeña ayuda para alquilar después un piso. Pero no se fían. Creen que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Como su casa de ahora.
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