"No, no y no"

"No, no y no" fue la frase que se repitió a lo largo de la noche de ayer en el teatro María Guerrero. Expresaba un deseo nítido en contra de la privatización del Teatro de Madrid que ha decidido emprender el Ayuntamiento de la capital. Cientos de personas y muchos famosos asistieron a la cita, repartidos en las butacas o sobre la tarima. Casi 100 artistas, todos primeras figuras, se subieron en el escenario, ya fuese para cantar, dar a conocer las innumerables adhesiones llegadas desde todo el país, actuar o leer un comunicado suscrito por 50 conocidas firmas.

No faltó tampoco el apoyo de los sindicatos, con escritos de Nicolás Redondo, secretario general de UGT y de Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO. Este último afirmó al finalizar el festival que estaba abrumado y emocionado por la noche que había pasado. Tanto él como Antón Saracíbar, secretario de organización de UGT, comentaron que ya les gustaría llevar a cabo su acción sindical con actos como el que acababan de presenciar.El líder de CC OO también afirmó que el valor más vigoroso de la libertad es la cultura: "No se puede permitir que un teatro que pertenece a los ciudadadanos madrileños pase a manos privadas y menos a través de la trampa de hacer creer que se les devuelve a los ciudadanos lo que es suyo".

Sobre el escenario, una gran pancarta rezaba: "Lo público es de todos. Lo privado de unos pocos". No pararon de pisar las tablas caras conocidas, presentadas por los actores Juan Echanove y Ángeles Martín. Añadir que se dio lectura a varios centenares de adhesiones, incluidas las del director teatral Albert Boadella y del grupo Els Joglars. Éstos decían: "Si hay hostias, avisad, que vamos".

Hubo un momento en el que sobre el escenario se juntaron 50 actores. Muchos de ellos primeros espadas, como Charo López, Imanol Arias, José Luis Pellicena, Toni Cantó, Ana Belén, Berta Riaza, Chema Muñoz, Magüi Mira, Ana Gracia, José Pedro Carrión, Juan Diego, Gemma Cuervo, Carlos Hipólito o Pastora Vega.

También pasaron por allí José Luis Coll, representaciones de directores de escena, tramoyistas, técnicos teatrales y escenógrafos, los bailarines Goyo Montero y Carmen Cubillo. Alberto Pérez, los tríos Académica Palanca y Cánovas, Adolfo y Guzmán y el cantaor flamenco José Meneses animaron el festival. Tomaron la palabra el escritor José Luis Alonso de Santos, y los actores Tina Sainz y Fernando Marín. Recibió las más fuertes ovaciones el crítico José Monleón, que recordó: "Cuando defendemos lo público no atacamos lo privado, no queremos ser funcionarios, sino vivir en una sociedad donde las circunstancias económicas nos permitan ser artistas". A los trabajadores del Teatro de Madrid se les hizo subir al escenario.

El fin de fiesta fue espectacular, con el escenario abarrotado. El público, en pie, palmeó y coreó junto con Ana Belén y Víctor Manuel su popular tema La puerta de Alcalá, "antes de que la privaticen", según afirmó el cantante asturiano.

En el patio de butacas había muchas caras conocidas, entre ellas las de políticos de las tres administraciones -central, autonómica y municipal- y líderes sindicales.

"Por algo sería"

Por su parte, Esperanza Aguirre, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid y cara visible de la anunciada privatización, declaró ayer antes del festival: "Veo una intencionalidad de querer convertirme en la nueva [Ángel] Matanzo", en referencia al ex concejal de Centro y su conflicto con el teatro Alfil, que le costó el cargo. Portavoces del teatro de Madrid contestaron a esta suposición de la concejal que nadie la había acusado de tal cosa, pero que si Esperanza Aguirre lo pensaba así, por algo sería