Un 'derby' con muchos contrastes
El Madrid y el Atlético disputan hoy un encuentro vital para el desenlace de la Liga.
El Real Madrid se juega esta noche su opción al título de la Liga. Una victoria le mantendría en su posición de privilegio. Si mañana perdiera el Barcelona ante Osasuna, incluso le permitiría proclamarse campeón antes de la última jornada. El Atlético arriesga su futuro europeo. Un punto le valdría para arreglar una temporada nefasta: se aseguraría una plaza en la Copa de la UEFA y, de paso, perjudicaría a su eterno rival, una máxima vital en su idiosincrasia. Éstos son los argumentos del encuentro de hoy en el estadio Bernabéu (20.30, La 2 y televisiones autonómicas), al que ambos conjuntos llegan en distinto estado. El Madrid, estable; el Atlético, sin patrón fijo.
Basta echar un vistazo al último derby (16-1-1993) para darse cuenta de la situación que se vive en uno y otro lado. El caos del Atlético frente a la estabilidad del Madrid. Al uno le ha pasado de todo. Al otro, prácticamente nada. La imagen mostrada entonces por el cuadro rojiblanco es bien distinta a la que ofrecerá hoy. Los cambios afectan al entrenador, a los jugadores y hasta al planteamiento.El Atlético tenía hace cinco meses a Luis Aragonés en el banquillo., Hoy, a Cacho Heredia. Entre medias estuvieron Omar Pastoriza e Iselín Santos Ovejero. De la alineación presentada entonces por los rojiblancos simplemente se mantienen cuatro elementos, Juanito, Donato, López y Toni, y sólo el primero en la misma demarcación. Entonces jugaron, por ejemplo, Futre y Schuster. Para el portugués fue su último partido como rojiblanco antes de irse al Benfica. Para el alemán, no, pero Jesús Gil, el presidente, y a le ha prohibido, como a Orejuela, vestir la camiseta del club.
Más datos reveladores: Abel ya no es el portero titular, Vizcaíno y Solozábal no se habían lesionado, Luis García no estaba sancionado y Acosta no había ascendido del filial. Por aquellas fechas ni siquiera estaban en la plantilla Villarreal y Lukic, que ya han sido despedidos.
El sistema del Atlético también era distinto. El 5-3-2 de Aragonés, previo paso por el 4-3-3 de Pastoriza, se ha convertido en el conservador 5-4-1 de Heredia. Con Luis, los jugadores presionaban sobre el centro del campo rival. Con Heredia, más bien aguantan. La clasificación del Atlético es su aspecto más firme. Al concluir aquel encuentro, era sexto, con 21 puntos. Hoy es el quinto, con 42. Las opciones al título, con el líder a ocho puntos de distancia, ya estaban entonces muy lejanas para él.
El Madrid presenta la otra cara de la moneda: la calma, la continuidad y el optimismo. Benito Floro se mantiene firme en el puesto e insiste con su sistema zonal 4-4-2, en el que confían ciegamente sus jugadores. De la alineación presentada en el último derby sólo se cae el croata Prosinecki y por lesión. "Está ya bien en muchos aspectos", justificó ayer Floro, "pero le fallan otros. Espero que el miércoles pueda reaparecer ante el Barcelona en la Copa".
La continuidad no sólo se detecta en la comparación con el último enfrentamiento ante el Atlético. Ha sido la pauta a lo largo de toda la temporada. Salvo Nando, que ha perdido la titularidad en beneficio de Chendo, y la repentina desaparición de las convocatorias del joven Ramis, todo se ha mantenido igual. Los retoques han estado propiciados siempre por lesiones o sanciones. Pero el Madrid no sólo se ha estabilizado. También ha mejorado. Tras el choque ante el Atlético era el tercero, con 25 puntos. Ahora es el líder, con 55, uno más que el Barcelona.Con diferencias tan pronunciadas entre un equipo y otro, no es extraño que el rojiblanco López comentara respecto al encuentro: "Hoy por hoy, el Atlético no está en condiciones de jugarle de tú a tú al Madrid". Sus compañeros y él se quieren agarrar a la estadística, que indica que, últimamente, se les ha dado bien el estadio Bernabéu, y a su carácter imprévisible para lograr las mejores hazañas en los momentos más críticos, pero en el fondo son pesimistas.
Buyo, un año más
Los días previos han estado marcados por la ausencia de declaraciones altisonantes. La imagen es de tranquilidad pese a que la Comisión Antiviolencia declaró a última hora de ayer el partido como de alto riesgo. Quizá, demasiada para la gran trascendencia del choque. El Madrid, por ejemplo, aprovechó la jornada para resolver una de las cuestiones pendientes: la renovación del contrato de su guardameta titular, Buyo. El gallego se reunió con Ramón Mendoza, él dirigente blanco, y llegó a un acuerdo para seguir una temporada más y con opción a otra.Los presidentes de ambos clubes acudieron a los entrenamientos de sus respectivos equipos para animar a sus jugadores. Mendoza habló del Atlético -"intentará justificar su temporada en este partido"- y del Barcelona -"puede estar bajo el síndrome del perdedor porque era el presunto ganador"- Gil, que no acudirá al campo, volvió a criticar a Schuster: "Murió hace tiempo para mí. Le deseo suerte, pero no le quiero volver a ver".
El encuentro, marcado por las profundas diferencias que les separan, es vital para ambos. El Atlético necesita un punto para ganarse un puesto en la próxima Copa de la UEFA. El Madrid precisa la victoria para seguir dependiendo de sí mismo en la conquista de la Liga, un título que puede agarrar esta jornada si gana y el Barcelona pierde.
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