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La explosión de un almacén piroténico en Gerona causa cuatro muertos y seis heridos

Cuatro personas muertas y seis heridas es el resultado de la demoledora explosión ocurrida ayer en Vidreres (Gerona) en unos almacenes de productos pirotécnicos poco antes de las doce de la mañana. Un total de 5.000 kilos de explosivos saltaron por los aires y dejaron reducidas a cenizas las cuatro naves de la empresa Pirotécnica Brau, que, según fuentes municipales y de los Bomberos de la Generalitat, reunía todos los requisitos de seguridad. Las escenas de dolor se sucedieron ayer en el lugar del siniestro, donde cuatro horas después de la detonación continuaban explotando los restos del material pirotécnico.

Juan García, Jordi Joanals, Benvingut Joanals y Jordi Fuster son los trabajadores de la empresa que desaparecieron bajo las ruinas de los almacenes. A pesar de que a la hora de cerrar esta edición sus cuerpos aún no habían sido rescatados -los miembros del cuerpo de bomberos no pudieron acercarse al lugar hasta que los restos de la explosión dejaron de estallar, sobre las seis de la tarde-, se les considera muertos.Partes del cuerpo y miembros de algunas de las víctimas fueron encontrados a varios metros del centro de la explosión. La onda expansiva lanzó trozos de hierro, vigas y material explosivo a más de 500 metros a la redonda del lugar en el que se produjeron las explosiones.

Un trozo de una de las naves quedó depositado en el tejado de una masía situada a unos 200 metros de la empresa, y en los campos de los alrededores había también fragmentos de las construcciones y de los vehículos de los trabajadores; algunos de estos automóviles quedaron totalmente destruidos.

La masía era el edificio más próximo a los almacenes, construidos premeditadamente en un descampado situado a unos tres kilómetros del casco urbano de Vidreres como medida de seguridad en caso de que se produjera un siniestro.

De las 12 personas que se encontraban en el recinto de los almacenes, rodeados de una valla metálica, dos trabajadores consiguieron salir ilesos, y resultaron heridos la secretaria -Esther (anoche no se conocía su apellido), Juan Moreno, Juan José Moreno, Rafael Ríos y un matrimonio apellidado Vicene, que se encontraba de visita en las instalaciones. De estas personas -que fueron evacuadas inmediatamente al hospital Josep Trueta de Gerona-, la que sufre heridas de mayor consideración es la secretaria, cuyo pronóstico es reservado. El resto de los heridos fueron dados de alta ayer tarde. Sobre las posibles causas de la explosión, el jefe del cuerpo de bomberos de la Generalitat en Gerona, Antoni Güell, señalé que existían dos posibilidades: o bien un fallo humano, como encender un cigarrillo en el interior del almacén -cosa que se considera muy poco probable-, o bien el mal estado de conservación de un petardo o de parte de la mercancía.

En opinión de Güell, la detonación se produjo en una de las naves y posteriormente la onda expansiva provocó una reacción en cadena. La distancia entre cada uno de los almacenes, el primero de los cuales se construyó en 1991, era de unos 25 metros.

Según indicaron el alcalde de la población, Salvador Salvador de CiU, y el jefe de los bomberos, las instalaciones reunían todas las condiciones de seguridad y tenían los permisos de actividades clasificadas en regla. Según el alcalde, la empresa tenía permiso para almacenar productos pirotécnicos de las clases 1 y 2, que son las de menor potencia y equivalen a petardos, iracas, bengalas y cohetes de fuegos artificiales.

Salvadó indicó que la empresa tenía entre ocho y nueve trabajadores, y que en las épocas de más trabajo contrataba empleados eventuales. Las naves habían sido construidas con materiales ligeros y poco sólidos con objeto de que cedieran fácilmente en caso de producirse una explosión.

Al lugar del siniestro acudieron también, además del delegado de la Generalitat, Xavier Soy, el gobernador civil, Pere Navarro, y el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell.

El ministro suspendió momentáneamente su programa electoral en Gerona para apreciar de cerca la magnitud del accidente. Navarro señaló que Pirotécnica Brau, propiedad de Rafael Brau Espinosa, "es la empresa más importante de productos pirotécnicos de la provincia" y sus almacenes se encontraban repletos de explosivos a causa de la proximidad de la verbena de San Juan. La capacidad de los almacenes era de 10.000 kilos de material, el doble de la cantidad declarada oficialmente por el propietario.

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