Felipe González y Julio Anguita se desearon suerte y salud
CARLES PASTOR Felipe González y Julio Anguita se desearon mutuamente suerte y salud anoche en la habitación del Hospital Clínico de Barcelona donde el segundo se recupera de un infarto de miocardio. El candidato socialista se desplazó al centro médico una vez concluido el mitin en el Palau Sant Jordi. Le acompañaron el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra y del ministro de Cultura, Jordi Solé Tura. González y Anguita quedaron citados para discutir la propuesta de reparto de trabajo que propone el programa electoral de IU.
He venido a visitar "a mi colega y amigo", declaró González al abandonar el hospital. El líder del PSOE dijo haber encontrado a Anguita "estupendamente, con un aspecto fenomenal". En el encuentro entre ambos dirigentes políticos estuvieron presentes también la esposa de Anguita, Juana Molina; el hijo mayor de su primer matrimonio, Julio, y los candidatos de Iniciativa per Catalunya Rafael Ribó y Ramón Espasa,González llegó al hospital a las 22.38 horas, dirigiéndose inmediatamente a la habitación que ocupa el coordinador general de IU. Varias decenas de personas, personal sanitario y enfermos hospitalizados que se agolpaban junto con un ejército de periodistas en el vestíbulo le aplaudieron. A las 23 horas abandonó la habitación, después de que el doctor Francesc Navarro, responsable del servicio de Cardiología, les llamara amablemente la atención porque la visita se prolongaba demasiado.
Incidente aéreo
"¿De qué podía hablar con él? Pues de política, pasados los dos primeros minutos", contestó González a los periodistas en tono jocoso. "Hemos empezado a hablar del reparto del trabajo disponible [la propuesta más original para combatir el paro del programa electoral de Izquierda Unida] cuando ha venido el médico y nos ha dicho que hasta ahí podíamos llegar", agregó.
Anguita y González conversaron del compartido vicio por el tabaco -el segundo reconoció que fuma cinco cigarros puros al día y el primero más de dos paquetes de Ducados- y convinieron en la necesidad de abandonarlo. El candidato socialista le comentó el incidente que había sufrido el avión que le había trasladado de Madrid a Barcelona, a consecuencia de una súbita despresurización.
También hablaron de los kilos que se pierde en los mítines de campaña y de sus respectivas familias. Al despedirse se desearon suerte y salud. González y Anguita quedaron en seguir hablando de la propuesta de reparto del trabajo.
Por la mañana, en una entrevista en la cadena SER, González había manifestado que el pacto entre el PSOE e IU era imposible porque le era muy difícil entenderse con Anguita, aunque después matizó que no se trataba de una incompatibilidad personal sino política, y puso como ejemplo la distinta visión que una y otra fuerza política tienen en torno a la construcción europea.
