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La sequía de heroína se agrava con la incautación de 14 kilos de droga en Carabanchel realizada ayer

Francisco Peregil

La sequía de droga que arrastran desde principios de mes los yonquis habituales de las chabolas madrileñas se agudiza más cada día. Los agentes de la comisaría de Carabanchel se incautaron ayer de 12 kilos de heroína turca -marrona, en el argot mercantil- y dos de cocaína, que podrían alcanzar en la calle un valor de unos 500 millones de pesetas.Tras una reunión que mantuvieron a finales de la semana pasada todos los comisarios de barrio, comentaron su extrañeza por lo que consideran un hecho sin precedentes en la ciudad. Varios responsables aseguraron que en sus distritos se estaba vendiendo por heroína marrona más cola-cao y galletas machacadas de lo que nunca se hizo.

Otros agentes, como el responsable de la comisaría de San Blas, Francisco Valderas, se muestran escépticos: "Estos cortes en el suministro ocurren de forma esporádica, cada cierto tiempo. Yo no lo veo tan anómalo. A veces los propios traficantes retienen la heroína para elevar su precio".

Sin embargo, su colega el comisario de Carabanchel, asegura que él se percató de que hacía mucho tiempo, "varias semanas quizás", que los heroinómanos de su distrito no recibían caballo a pesar de disponer de dinero para pagarlo.

"Yo suelo trabajar mucho por la calle", explicó el comisario de Carabanchel, "y charlando con chavales a los que noté especialmente raros les pregunté qué ocurría, y me contestaron que nadie tenía nada para venderles y que les daban pastillas machacadas en lugar de heroína".

Con el terreno tan tranquilo, los agentes de Carabanchel disponían del tiempo suficiente para vigilar a Pedro M. U., un traficante medio de 42 años que vive en el barrio de Palomeras, calle de Luis Marín.

Para seguir sus contactos, los funcionarios realizaron los pasados días 17, 25 y 31 sendas intervenciones en los poblados de Los Módulos (San Blas), La Celsa (Puente de Vallecas) y Torregrosa (Usera). Aunque detuvieron a siete personas, todos ellos pequeños traficantes. Sólo encontraron 40 gramos en todas las operaciones.

Un alijo fresco

El lunes por la tarde las operaciones dieron sus frutos. En el domicilio de Pedro M. los agentes encontraron 12.200 gramos de heroína marrona y 1.800 de cocaína. La policía supone que el alijo estaba fresco, recién recibido, porque aún se encontraba envuelto en bolsas de plástico.Algunos agentes de los distritos de Fuencarral o Entrevías, donde se encuentran varios de los principales puntos de distribución de droga, aseguran que jamás han visto tanta gente con el síndrome de abstinencia pulular entre las chabolas de la periferia como estos días. La alternativa que les queda a muchos heroinómanos es recurrir a la heroína blanca que compran a los numerosos traficantes africanos que se pasean por el distrito Centro.

Algunos toxicómanos que frecuentan el poblado de Las Bañeras -conocido por la policía como Los Focos- aseguran que los agentes han pactado con los traficantes para cortar el flujo hasta que pasen las elecciones.

Tales explicaciones fueron calificadas de absurdas por varios responsables policiales, que tampoco ofrecen una razón clara de la sequía.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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