Aznar predice una campaña para evitar su triunfo

José María Aznar manifestó ayer en Guadalajara que siente repugnancia hacia quienes han comparado al Partido Popular con Herri Balertó a sus seguidores sobre una escalada de descalificaciones hacia su persona, que prevé para los cuatro días que restan de campaña electoral. Ante 8.000 personas que llenaban la plaza de toros, el líder de los populares acusó a González de haber "pulverizado todas las reglas del juego", y adelantó que "se van a movilizar todos los resortes de] Estado, todos" para intentar evitar la victoria del centro derecha mediante la destrucción y la anulación" de su candidato a La Moncloa.

Bajo un sol implacable y con el pelo a ralos alborotado por el viento, Aznar utilizó un tono grave para sugerir un contraste entre la campaña de su partido y la de los socialistas. "Hemos utilizado lo que tenemos, nuestra palabra y nuestro trabajo", dijo, antes de acusar a sus adversarios del PSOE de haber "pulverizado y destrozado desde el poder todas las reglas del juego democrático,".Por primera vez en la historia de la democracia española, subrayó el candidato Televisión Española ha tenido que rectificar su información electoral, obligada por la Junta Electoral Central, mientras se quedaba al margen de los debates "porque su parcialidad y su falta de objetividad" le han impedido organizarlos. José María Aznar exculpó a los profesionales del medio y señaló como responsables "a quienes, como González, toman las decisiones y han decidido convertir TVE en su televisión privada".

El líder del Partido Popular recordó que en la campaña se les ha acusado desde las filas socialistas de apuntar a sus familiares en el paro para inflar las cifras y de representar a la extrema derecha, mientras a él se le comparaba con la estampa de quien dio un golpe de Estado "afortunadamente fracasado". Pero, agregó, "ayer (por el viernes) se llegó a una vulneración de todo lo aceptable".

Frente a la comparación del Partido Popular con Herri Batasuna, lanzada primero por Alfonso Guerra y retomada después por Felipe González, José María Aznar pidió "tranquilidad ante todo" y dijo que no siente "ninguna indignación, sencillamente repugnancia", porque se requiere "un talante moral demasiado fino para hacer esas comparaciones".

A renglón seguido, se preguntó "por qué se dicen esas cosas". "¿Por qué tanto miedo a perder el poder? ¿Por qué tanto pánico a dejar democráticamente el poder? Algunos, quizá", agregó, "ven planear sobre sus cabezas la sombra de Bettino Craxi o de Carlos Andrés Pérez" (ambos dirigentes sometidos a trámites judiciales por sospecha de corrupción).

Aznar pidió a los electores que no caigan en lo único que hay que rechazar de plano, el miedo, y aseguró: "La esperanza no la van a detener, no van a poder con ella". Al PSOE se refirió como "ese partido que ya no se aguanta ni a sí mismo" y que "seguramente salta por, los aires el 7 de junio".

Sobre sus proyectos si gana las elecciones, el candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno reiteró que quiere abrir una nueva etapa de la historia de España para retomar el proceso de cambio y renovación emprendido en 1977 y que desea hacerlo con garantías de "estabilidad y tranquilidad".