_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Credo

Rosa Montero

Casi me convenció Felipe para que le votara la noche en que Aznar le atizó de lo lindo: tengo debilidad por los perdedores, y además así, cansado y derrotado, el presidente parecía más humano. Pero votar a Felipe es votar una actuación política y un partido, y lo que una no se cree es que el PSOE pueda regenerarse y autolimpiarse cual horno modernísimo. Igualmente me produce una suprema incredulidad el señor Anguita, que anda fulminando herejes por las esquinas y llamando demagogo a todo quisque, sin advertir la viga demagógica que él mismo lleva clavada en el lagrimal. Y tampoco me creo que los del PP sean tan aperturistas y tan respetuosos como ellos juran y perjuran. Repeluco da leer en los diarios, por ejemplo, que, en su primera aparición ante la prensa tras el debate, Aznar estuvo sobradísimo de humos, cortante, tontón y displicente: si la cosa es tal cual, muy mediocretiene que ser el hombre para que una simple victoria haya causado en él semejantes estragos.En cambio, sí creo que nuestros políticos no son peores que el conjunto de nuestra sociedad; y que nos representan bien, en lo bueno, en lo mediano y en lo malo. O sea: no damos para más. Creo que el país es lo suficientemente adulto, y sólido, y maduro, como para decidir sin amenazas; por eso me inquietan los manifiestos que andan corriendo ahora por las calles y que piden el voto para el PSOE o para IU invocando pavores ancestrales a la derecha: flaco favor le hacen al país y a la civilidad desenterrando un miedo que embrutece, que chantajea y limita.

Creo, en fin, que en los 17 años de democracia hemos caminado un largo camino; y que eso, lo andado, nos permite hoy criticar a los partidos, y exigirles responsabilidades, y votar libremente (servidora, por exclusión, quizá a los verdes). E incluso nos permite equivocarnos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_