La Comunidad avisa a los compradores de parcelas del Pasillo Verde que aún no pueden construir en ese suelo

La Comunidad puso ayer una chinita en la maquinaria del Pasillo Verde, la empresa formada por el Ayuntamiento y Renfe que está rehabilitando el antiguo cinturón ferroviario de Arganzuela. El consejero de Política Territorial, José María Rodríguez Colorado, advirtió a los constructores que compraron suelo en la zona que la Comunidad aún no ha dado el visto bueno para que allí se levantan viviendas. Y no lo hará hasta que el Pasillo Verde reserve parte del suelo para pisos sociales.La chinita es en realidad una bomba de relojería para la ajustada economía del Pasillo Verde. Los 35.000 millones de pesetas que requiere la operación (soterrar las vías y construir parques, un auditorio y un polideportivo) se obtienen de la venta de suelo para pisos y oficinas. El jueves, el Pasillo Verde adjudicó ocho parcelas por casi 6.000 millones. El Ayuntamiento ya ha autorizado que se puedan edificar viviendas en ese suelo, pero no así la Comunidad, que tiene la última palabra en asuntos urbanísticos. Mientras, el pasillo necesita ese dinero con urgencia porque su deuda con las constructoras sobrepasa los 5.000 millones.

El consejero delegado del Pasillo Verde, Manuel Ayllón, calificó ayer de "obstruccionista" la actitud de Rodríguez Colorado. "Falta el sello de la Diputación provincial y nos lo quieren vender caro", comentó. Ayllón considera un "chantaje" estar obligados a aportar suelo "para una política de vivienda que el señor Colorado debía desarrollar con sus propios presupuestos". "Pero si la Comunidad es incapaz de obtener suelo, que no recurra al expolio".