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El alma españolista de Julio Anguita

El candidato de Izquierda Unida apela a los sentimientos nacionalistas de los electores

"El dinero de caja de los hipermercados no duerme ni una noche en los bancos españoles; cada día se transporta en avión a Francia". Esta es una de las apelaciones de Julio Anguita al sentimiento nacionalista español, constantes en su campaña. Las empresas se venden al capital extranjero, los supermercados están llenos de productos franceses, los electrodomésticos son alemanes y nos invade la cultura foránea, repite el líder de IU.Los andaluces aplauden a rabiar el pasaje de su discurso en que denuncia que hasta las semillas y los insecticidas que utilizan en sus campos son importados. Y Anguita recuerda que en la Universidad de Córdoba los investigadores han desarrollado semillas y pesticidas tan buenos o mejores, pero que por extraños intereses se han olvidado.

No defender los intereses nacionales se ha convertido también en un arma arrojadiza contra los denostados socialistas. A ellos les acusa, además de favorecer la destrucción del tejido industrial español y de permitir la ruina de su agricultura, de abrir el país a la inversión extranjera especulativa y pagada con altos intereses que han provocado un ruinoso déficit público. A KIO, agrega, se le perdonaron además los impuestos. La defensa de los intereses de España, de sus agricultores, de sus trabajadores, de sus comerciantes y pequeños empresarios, queda automáticamente identificada con esa izquierda de verdad que, siempre según Anguita, sólo representa Izquierda Unida.

El candidato de IU llama indirectamente al proteccionismo frente a la invasión de productos fabricados a bajo precio en el Sureste asiático. En su boca es ya un ejemplo recurrente que mientras una prenda de vestir o unas zapatillas deportivas cuestan 70 fabricada en España o en Francia, son sólo 14 o 15 en Taiwan o Singapur, donde los sueldos son miserables y hay despido libre, "que es el modelo al que aspiran González y Solchaga para hacer competitiva la industria española".

También la cultura española está en peligro con la invasión de productos culturales extranjeros. Si en los primeros días Anguita amenazaba con eliminar los culebrones de la televisión pública si él gobernara algún día, ahora ha incluido los telefilmes extranjeros "de rasgos fascistas: los Rambo y sus secuaces de la cultura de la violencia".

El dirigente de Izquierda Unida se manifiesta también nacionalista mediterráneo. Y repite de forma machacona que hay que saber vivir, porque eso también es de izquierdas.

La construcción europea también aparece como una amenaza, por más que Anguita se declare europeísta. Porque primero están los intereses de España, "y una cosa es construir Europa y otra integrarse en ella".

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