Primera oportunidad de 'sprint' masivo
Hacia el mar bajan de nuevo los ciclistas. Hoy (4ª etapa, Scanno-Marcianise, de 179 kilómetros) se abandonan los Apeninos y se llega a los alrededores de Nápoles. El recorrido es el sueño de un velocista, a pesar de los tres puertos. (dos de segunda y uno de tercera) que se han de subir en la primera parte de la etapa. Después del último, el antaño temido Valico de Macerone, quedarán más de 100 kilómetros de descenso hacia la costa. Terreno ideal para organizarse y anular las posibles fugas madrugadoras. Lo curioso es, sin embargo, que apenas hay velocistas de la calidad del año pasado -por ejemplo, el duelo entre Cipollini y Abduyapárov-, lo que puede significar que muchos corredores busquen la experiencia en solitario, una especialidad casi desconocida en el Giro
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