¿Y mañana qué?

La paciencia de muchos se está agotando. Es la consecuencia directa de la falta de resultados. Pero los pilotos de la generación que encabeza Álex Crivillé aún son jóvenes, deben tener nuevas oportunidades, entre otras cosas porque el relevo todavía no está preparado.Crivillé (23 años), Carlos Giró (21) y Alberto Puig (26) seguirán en las motos las próximas temporadas. La siguiente hornada de pilotos está naciendo, aunque el camino hacia el mundial es cada vez más difícil. Los próximos que pueden llegar a la élite son Luis d'Antín (29), Luis Carlos Maurel (25) y Juan Bautista Borja (23). Están llamados a reemplazar sobre todo a Carlos Cardús (33) y Jorge Martínez Aspar (30).

Sin embargo, para estos hombres los primeros pasos están siendo complicados. Disponen de medios escasos y de máquinas poco competitivas. Su participación en el campeonato del mundo es casi secreta. Han entrado por la puerta de atrás y buscan destacar para tener oportunidades. Hasta ahora, d'Antín ha hecho bastantes méritos.

El verdadero interrogante pende sobre la siguiente generación, cuya escuela, el campeonato abierto de España, no tiene nada que ver con el mundial. Nombres como los de Manuel Gibernau (19) o Miguel Ángel Castilla (23) tienen un sitio en el mañana, pero no está claro que puedan llegar a ocuparlo.

La crisis económica retrae cada vez más a los patrocinadores, y la actual sequía de resultados no ayuda en absoluto a empujar nuevamente hacia arriba el motociclismo español. En este momento, más que nunca, hacen falta las victorias de Crivillé, Giró y Puig. Ellos tienen la llave del futuro. Cuanto antes. Si puede ser ya en el Gran Premio de Alemania (13 de junio), mejor. El efecto de tirón que tuvieron primero Ángel Nieto y Ricardo Tormo y después Sito Pons, Juan Garriga y Aspar debe repetirse.