_
_
_
_
_
Tribuna:ELECCIONES 6 DE JUNIOCUADERNO DE CAMPAÑA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Violación o devaluación

El rostro estelar es la peseta. Las monedas, en los intercambios internacionales, son una abstracción. Divisas que se comportan como virus dentro del sistema general de contagios.Frente a la presencia carnal de la moneda en cada país, en el mundo exterior se registran tan solo convenciones digitales, y la peseta es como una ameba. Existente comunidad en el microscopio, pero sólo detectable multiplicando sus células por millones. Ha sido necesario, en efecto, que el Banco de España se viera obligado a arrojar una masa de cuatro billones de unidades, para admitir que la enfermedad era muy grave. Las autoridades monetarias suelen actuar como los antiguos galenos. Juzgan necesario que el bulto adquiera proporciones asombrosas para decidirse a operar. Entre tanto, se piensa que el organismo, por mero instinto, acabará disolviendo la tendencia del tumor.

Toda la campaña electoral cambia su rumbo a partir de este nódulo que se convierte en gozne. ¿Han actuado irresponsablemente las autoridades? ¿Puede considerarse a Luis Ángel Rojo, de cuya solemnidad no existe duda, un rodamiento sin engrasar, a parte de que no encuentre tiempo para peinarse? ¿Cómo no se actuó antes y con celeridad? Aznar no sabe una palabra de economía y marea a los estudiantes de derecho en Valencia. Julio Anguita posee una ciencia infusa y, desde los tiempos del diluvio, conocía este descalabro, a parte de otros más. Roca, en TVE-1, es el único que pedía a las tres de la tarde de ayer, tiempo para reflexionar. Cada cual hace papiroflexias con el desgarro de la moneda.

Narcís Serra fue el encargado de mostrar su porte osezno para dar cuenta del nuevo empobrecimiento español. En la ecuación del PSOE, su presidente parece estar destinado a servir las noticias estimulantes, y su vicepresidente, más blando, a transmitir fenómenos depresivos. Mala política de cara a la credibilidad. Felipe González se arremangaba en las plazas de toros. También él, en primer lugar, debía afrontar este pinchazo.

Las elecciones se habían concebido para poner las cosas destartaladas en su sitio. Pero la moneda se ha erigido en la plomada del espectáculo. Ni el ex juez Garzón ni el ex juez Ventura son tan contundentes jueces de la realidad. El sistema monetario europeo sufre convulsiones y no es España su única turbulencia, antes Gran Bretaña, Italia o Irlanda, han pasado por parecido trance, han levantado sus faldas y exhibido la reducida imagen de su seducción. ¿Patriotismo contra la devaluación? Todos se declaraban patriotas en el programa de Antena 3 que reunía anteanoche a gente de diversa estirpe. Pero, ahora, en elecciones violentas, la devaluación es sinónimo de violación. Y enseguida saltarán en los medios, los cruzados de la razón y del escarnio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_