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GUERRA EN LOS BALCANES

Los serbios de Bosnia desafían a Milosevic y celebrarán el referéndum sobre el plan de paz

M. T., El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, recibió ayer la segunda bofetada política en seis días. Ochenta y dos diputados serbios de Bosnia declinaron de madrugada la invitación a participar mañana en Be1grado en la sesión parlamentaria panserbia, concebida para impedir la celebración de¡ referéndum de los serbios de Bosnia y obligar a los diputados a aceptar el plan de paz de Cyrus, Vance y David Owen. Hace seis días, los mismos parlamentarios votaron en contra M documento de paz, a pesar de la insistencia del presidente de Serbia. Los seguidores de Radovan Karadzic decidieron ayer seguir con el referéndum.,

El comité ejecutivo del Partido Democrático Serbio, cuyos miembros controlan más de un 90% de los escaños en el autoproclamado Parlamento serbio de Bosnia, decidieron en la madrugada de ayer en Zvornik (Bosnia oriental) proceder con los Preparativos para el referéndum, convocado para este fin de semana. Las previsiones de los resultados del referéndum apuntan al triunfo de los partidarios del no.Por otra parte, Milosevic tampoco desiste de su plan: mañana se reúnen en Belgrado los diputados de cuatro Parlamentos -el yugoslavo, el serbio, el montenegrino y el de Krajina para discutir el plan de paz, puesto que la decisión de los serbios de Bosnia no afecta sólo a los ciudadanos de esta república, sino también al conjunto de Yugoslavia, sometida al embargo por apoyar a sus hermanos bosnios.

"Serbia ha ayudado mucho, mucho a los serbios en Bosnia", recordó Milosevic y subrayó: ', Gracias a esta ayuda ellos han alcanzado sus objetivos". Milosevic, cuyo país sufre "una lenta muerte económica" debido al cierre hermético de sus fronteras por parte de la comunidad internacional, no esconde su ira en contra de los serbios de Bosnia. "El apoyo al plan de paz es el apoyo a la paz", precisa Milosevic, y los que se niegan a suscribirlo "no pueden contar con nuestro apoyo y comprensión".

Por primera vez desde las elecciones serbias, celebradas en diciembre pasado, Milosevic invitó a los representantes de todos los partidos parlamentarios de Serbia para mantener consultas previas a la sesión parlamentaria de mañana. Sólo el ultranacionalista Vojislav Seselj aprueba el discurso político de Radovan Karadzic.

Milosevic, por su parte, cuenta también con el apoyo político de los diputados montenegrinos en su misión pacificadora, planteada hace una semana. Pero resulta incierto cuáles son los objetivos que pretende la convocatoria de este Parlamento multitudinario, con unos 500 diputados, si los bosnios no participan y envían tan sólo a sus observadores. Tampoco existen reglamentos constitucionales para determinar las competencias de un Parlamento de estas características.

Poco margen de maniobra

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Milosevic concibió la sesión de mañana como un instrumento de presión adicional en contra de los serbios en Bosnia, exigiendo a la vez la desconvocatoria del referéndum. Sin embargo, la consulta se va a celebrar, según decidió el Partido Democrático Serbio, de manera que el espacio de maniobra Política de Milosevic ha quedado sensiblemente reducido.

Los diputados de Krajina, materialmente dependientes de Belgrado y muy débiles políticamente como para desafiar a Milosevic, no se atreven a anunciar sus expectativas políticas ante el debate de mañana.

Radovan Karadzic se encuentra arrinconado por Belgrado y por la comunidad internacional, humillado con las prohibiciones de cruzar la frontera entre Serbia y Bosnia y amenazado con el corte de la ayuda militar, material y financiera. Pero, no obstante, decidió proseguir con su política hasta las últimas consecuencias. Karadzic explicó ayer las razones de una previsible victoria del no en el referéndum al señalar: "La gente serbia de Bosnia ha establecido su propio Estado y no confía nada en una existencia bajo la dominación de musulmanes y de croatas. Queremos permanecer unidos. De este modo nos encontramos más seguros".

Por otra parte, Vitali Churkin, enviado especial de Rusia para el conflicto de la antigua Yugoslavia, señaló ayer que un eventual no de los serbios de Bosnia al plan de paz no significa la última palabra para el proyecto de Vance y Owen. Precisamente el diplomático británico David Owen y Thorvald Stoltenberg, sucesor de Cyrus Vance en el equipo negociador, viajarán mañana a Moscú y el lunes a Londres dentro de su gira de contactos.

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