lberia perdió 13.000 millones hasta marzo y prevé superar los 20.000 a final de año
La compañía aérea Iberia no ha podido enderezar la cuenta de resultados y ha terminado el primer trimestre con unas pérdidas superiores a los 13.000 millones de pesetas, según han confirmado fuentes de la propia empresa. La cifra, aunque es inferior a los 18.000 millones perdidos en el mismo periodo del pasado año, supera la prevista por los responsables de Iberia, cuyo presidente, Miguel Aguiló, aseguró a finales del pasado ejercicio que 1993 terminaría cercana al equilibrio. En este trimestre, Iberia ha comenzado a sentir directamente las consecuencias del AVE. Según las estimaciones de la empresa, Iberia ha perdido 50.000 pasajes a Sevilla y, a lo largo del año, dejará de ingresar 4.500 millones por ese motivo.
El primer trimestre del año suele ser malo en el negocio de Iberia. Sin embargo, las altas pérdidas alcanzadas por la compañía se alejan de sus optimistas previsiones para el ejercicio y no permiten presuponer que el grupo pueda reducir esos números rojos en la temporada alta (verano y otoño) y acabar el año cumpliendo los objetivos. Las perspectivas han cambiado radicalmente, de tal forma que las fuentes consultadas de la empresa han admitido que, a Final del ejercicio, las pérdidas del grupo pueden superar los 20.000 millones de pesetas. En 1992, el grupo Iberia perdió 34.800 de 1992. En estos resultados cuentan todas las empresas del grupo, excepto Aviaco, en la que tiene el 50%.La situación del grupo Iberia se agrava por las dificultades de tesorería que ha atravesado la compañía en estos meses. Estas dificultades han provocado que en el entorno cercano a la. compañía aérea se haya comentado la necesidad de realizar una nueva ampliación de capital. por valor de 25.000 millones de pesetas. Esta posibilidad ha sido descartada tajantemente por los responsables financieros de Iberia, así como por los de su accionista universal, el Instituto Nacional de Industria (INI). Cualquier ampliación en Iberia tendría que pasar por la criba de la Comisión Europea, que ya aprobó el año pasado una de 120.000 millones que Iberia precisó para respaldar la renovación de la flota. Esta cuestión -pasar por Bruselas- es esgrimida tanto por INI como Iberia como mejor argumento para descartar una nueva ampliación.
La mencionada ampliación de capital estaría destinada a cubrir las pérdidas que se acumulan en las arcas de Iberia (más de 80.000 millones en los dos últimos ejercicios). Las fuentes de la empresa consultadas han asegurado que las dificultades de tesorería son pasajeras y que se solucionarán en los próximos trimestres. Esas fuentes aseguran, asimismo, que la compañía está atendiendo exhaustivamente los compromisos de pagos adquiridos, sobre todo en lo referente a la renovación de la flota.
Sí tendrá que ampliar capital en Viasa, compañía venezolana en la que tiene el 40%. Esta ampliación será de 63 millones de dólares, por lo que le corresponden 25 millones (unos 2.900 millones de pesetas).
Las pérdidas de Iberia hay que encuadrarlas en la situación de atonía que atraviesa el sector en Europa y en todo el mundo. Las compañías europeas, en concreto, presentan pérdidas en su generalidad. En el caso de Iberia, y aunque este año han mejorado ligeramente los resultados del año pasado, sus responsables no pueden achacarlo a los gastos de las reducciones de plantilla ni al retraso de las ampliaciones de capital, como ocurrió en 1992.
Miedo al AVE
Iberia ha comenzado a quejarse de la competencia del AVE, y a entablar una batalla a nivel oficial en la que implica al Ministerio de Transportes, del que dice que apoya abiertamente al tren "olvidándose del avión". Hasta marzo, Iberia ha perdido 50.000 pasajes a Sevilla que se han ido al AVE y, según las estimaciones de los responsables de la empresa, en todo el año va a dejar de ingresar más de 4.500 millones de pesetas. El pasado ejercicio no se notó la competencia del AVE por el tirón de la Expo, que daba usuarios para unos y otros; pero este año, el tren de alta velocidad, con precios muy reducidos frente al avión, está haciendo mucha mella. Iberia, ante esta evidente lacra, teme que acaben por cristalizar alguno de los proyectos de alta velocidad que están en estudio, sobre todo el de Barcelona.La competencia del AVE, al que el ministro de Transportes, José Borrell, denominó "avión que vuela bajo" ha obligado a Iberia a mejorar su servicio, como puntualidad y recogida de coches de pasajeros en los aeropuertos para su aparcamiento y transporte del aeropuerto a la ciudad correspondiente. El AVE tarda menos de tres horas en llegar al centro de las ciudades y ese tiempo le permite competir. Además, Iberia no puede competir en precio. Según las fuentes de Iberia, "es imposible bajar de 25.000 pesetas el billete de ida y vuelta entre Sevila y Madrid". El precio del AVE oscila entre 8.400 y 12.000 pesetas en clase turista.
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