"Nunca he estado en una sede socialista"

Ventura Pérez Mariño, magistrado de la Audiencia Nacional, reúne los mejores requisitos para no ir en una lista del PSOE por Lugo. "Nunca he estado en una sede socialista", confiesa. Y no siquiera busca una respuesta de circunstancias cuando se le pregunta por los principales problemas de Lugo: "Pues la verdad, ni idea". Pero resultaría engañoso asignarle un aparente candor político a este cualificado representante de Jueces para la Democracia, en tiempos abogado de una miembro del FRAP para la que se pedía pena de muerte, y activista de izquierdas en su etapa universitaria. Simplemente renuncia a apairentar conocer lo que desconoce, y con ese bagaje se lanza a la arena parlamentaria.

Su principal activo como magistrado en la Audiencia Nacional fue su radical discrepancia a. la sentencia que absolvió al ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas del asesinato del diputado de Herri Batasuna Josu Muguruza. Sin embargo, cree que le ha faltado tiempo para "hacer algo" como juez, sobre todo ahora que van a comenzar los grandes juicios sobre narcotráfico, como el de la Operación Nécora.

Pregunta. Del estrado al escaño. ¿Por qué?

Respuesta. Porque es un mal -momento para la sociedad española, porque todo lo político está en un desprestigio constante y porque la etapa que atravesamos se asemeja a la época de los prefascismos.

P. ¿Y por qué en el PSOE?

R. Es el más afin a mis ideas en este momento. El PSOE tiene ideas progresistas, pero parecía ajeno a sus propias ideas, bien por la crisis económica, bien por la corrupción, blanda pero especialmente significativa. Eso hace que algunas personas nos digamos que el momento es ahora, cuando no vamos de caballo ganador y es el peor momento para tomar la salida. Me parece que el sitio lógico donde tengo que hacer política es alrededor del programa del PSOE.

P. ¿Le han ofrecido algo?

R. En absoluto. Ni me lo han ofrecido ni lo he pedido. Lo normal es que no me ofrezcan nada, y creo que desempeñaré mi papel dedicando todas las horas a ser diputado.

P. Si no ha pedido nada, ¿por qué le han llamado?

R. Me han pedido que defienda mis ideas ayudando al cambio. Sosegadamente tengo que empezar a pensar qué papel tengo que representar. Estoy deseando ir a Lugo, llevar una vida más tranquila y ver qué hago yo en esta historia.

P. ¿Se puede volver a ser juez independiente después de ir en una lista del PSOE?

R. Mi virginidad no la pierdo en este momento y nada me quita mi independencia. Creo que he sido coherente conmigo mismo. La judicatura no es un sacerdocio.

P. ¿A qué se va a dedicar en la política?

R. Si puedo, a temas que tengan que ver con la solidaridad y la cooperación. Comisiones parlamentarias relacionadas con la xenofobia, el racismo, la cooperación con el Tercer Mundo. Por ejemplo, qué hacer para que no vengan tres millones de africanos, y, al mismo tiempo, mantener la cooperación para que no tengan que venir. Si se meten aquí un millón de africanos, este país se volverá racista. Hay muchos retos pendientes, que están ahí.

P. ¿No va a trabajar en nada relacionado con el mundo de la justicia?

R. Si me diesen a elegir, preferiría hacer otro tipo de cosas, pero luego puede haber inercias que te llevan a estos temas. Me preocupa que la justicia funcione, que mejoren los aspectos prácticos. Los juzgados funcionan como hace 120 años, las oficinas no tienen orden ni concierto, los salarios no son altos...

P. ¿Cuál es su opinión sobre el caso Filesa?

R. Hay que distinguir dos cosas. Hay que acabar cuanto antes. Llegar hasta donde haya que llegar, pero no hasta el infinito. Una vez investigado, declarar también las responsabilidades políticas. Al mismo tiempo, terminar con el tema de la corrupción general de forma contundente.

P. ¿Cree que la corrupción es tan grave como se presenta?

R. No. Es blanda, pero no por ello menos peligrosa.

R. ¿Es blanda una corrupción de mil millones?

R. Hombre, esto no es Italia. Mil millones, al lado de lo que se gastó en unas elecciones el Partido Reformista, no es nada. Pero la corrupción no esun problema de cifras. Da lo mismo que robes cinco que cincuenta, lo importante es que hasrobado.

P. ¿Qué le ha parecido la actuación del juez Barbero?

R. Ha sido muy lenta. Pasó los primeros 10 meses sin hacer nada. Le reprocho su entrada en el Banco de España, que fue innecesaria e inoportuna. Y también que después de dos años y pico de instrucción no haya tomado una decisión sobre quiénes son los responsables. Veo como aspecto positivo que investigue la trama de Filesa.

P. ¿Qué opina de la ley Corcuera?

R. Objetivamente, mejoró mucho desde los primeros anteproyectos. Hay que esperar a que se pronuncie el Constitucional. Pero aunque declaren su constitucionalidad, yo preferiría que no existiera porque no la creo útil ni necesaria.