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Reportaje:

El primer héroe de la Legión en Bosnia

Los padres del teniente Monterde, orgullosos de que salvara la vida a 171 refugiados croatas

Miguel González

"Se ha comportado como un verdadero héroe". El portavoz en Sarajevo de las Fuerzas de Protección de la ONU para la antigua Yugoslavia (Unprofor), Barry Frewer, definió así la conducta del teniente de la Legión José Luis Monterde Maldonado, que el domingo protegió y probablemente salvó la vida a 171 croatas.La sección mandada por el teniente Monterde, cinco blindados y 35 legionarios, se dirigía a la localidad de Konjic desde su campamento avanzado en Jablanica, cuando, a las 7.15 del domingo, fue rodeada por un grupo de hombres, mujeres y niños que huían despavoridos. Eran bosnios croata -111 civiles y 60 soldados de las fuerzas irregulares (HVO)- procedentes de la aldea de Radesine, arrasada la noche anterior por milicianos musulmanes en un episodio más del feroz enfrentamiento entre dos comunidades teóricamente aliadas contra Serbia.

Los asaltantes, seguidores del cabecilla musulmán Zulca aparecieron a las diez de la mañana y exigieron a los cascos azules españoles la entrega de los huidos, que se parapetaron bajo los blindados de la Legión Pese a las amenazas, "el oficial se mantuvo firme y advirtió que cualquier agresión sería considerada como un ataque contra la comunidad internacional", según el portavoz de la ONU.

Tras unas tensas conversaciones, los soldados croatas (HVO) se rindieron, pero no los civiles, que fueron alojados sin daño alguno en dos aldeas cercanas, a la espera de que se les pueda evacuar de la zona.

Carmen Maldonado, madre del teniente, se enteró el lunes por la noche de la proeza de su hijo, "viendo el informativo de Canal Plus" en su domicilio de Zaragoza. "La primera impresión fue de inquietud, pero ahora nos sentimos muy orgullosos de lo que ha hecho", afirma.

José Luis Monterde tiene 28 años y, "desde siempre, su mayor ilusión fue entrar en la Academia General y en la Legión", aunque no hay ningún militar en la familia y su padre trabaja en un laboratorio de farmacia.

En julio de 1990 consiguió el despacho de teniente en Zaragoza y, tras un primer destino en la Academia de Suboficiales de Talarn (Lérida), logró plaza en el Tercio Alejandro Farnesio de la Legión, en Ronda, en marzo de 1992. Está soltero y tiene una novia, no precisamente la muerte, en Murcia.

El joven teniente tuvo que quedarse en el cuartel cuando muchos de sus compañeros partieron hacia Bosnia-Herzegovina, en noviembre de 1992, pero su oportunidad llegó con el relevo de la Agrupación Málaga. El lunes de Pascua viajó por vía aérea hacia el desgarrado país balcánico, con la avanzadilla de la nueva Agrupación Canarias.

En el Mando de la Legión (Maleg), en Málaga, no daban crédito ayer al súbito interés de los medios de comunicación por un teniente de 28 años. "Para nosotros es una cosa más del servicio, no le damos ninguna importancia", repetía un comandante. "Nos han dado la orden de ponernos en medio [de musulmanes y croatas] y, a partir de ahora, hechos de este tipo se van a producir cada día".

Seis meses después de desembarcar en un país desgarrado por el fanatismo, la Legión tiene ya su primer héroe. Alguien capaz de poner nombre propio al esfuerzo y el riesgo compartido por casi 2.000 hombres. Su mayor fortuna, sin embargo, es no tener un mártir.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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